Las termitas pueden convertirse en un problema para los cascos históricos de las ciudades. En el caso del de Ourense, el 95% de los edificios se considera libre de estos xilófagos, pero el Concello ha abierto tres expedientes de ejecución para que los propietarios de otros tantos inmuebles adopten las medidas necesarias para acabar con esta plaga.
Así, la junta de gobierno del pasado jueves advertía al dueño de un edificio en la Praza Maior de que debía exterminar con la colonia detectada en la planta baja del inmueble, a riesgo de imponerle una multa coercitiva. Este es uno de los dos edificios de la Praza Maior en los que se han detectado termitas, al igual que en el bajo de la farmacia ubicada en el edifico del Liceo, si bien en estos dos últimos ya se han adoptado medidas por parte de los propietarios, según explica el concejal de Rehabilitación Urbana, Fernando Varela.
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Estos tres expedientes se derivan del informe realizado hace tres años por una empresa contratada por el Concello para inspeccionar edificios del Casco Vello y determinar cuál era la incidencia de las termitas. Aunque inicialmente se estimaba que había 700 edificios en riesgo de afectación, sólo en 26 de los 64 inmuebles inspeccionados se detectaron termitas, aunque sólo estos tres requerían intervenciones para acabar con ellas. Aquel informe, no obstante, requería que fueran los propietarios los que solicitaran las inspecciones de los interiores de los edificios. En el resto, la empresa comprobó los elementos externos (puertas y ventanas de madera) que pudieran estar afectados.
La Región
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