miércoles, 9 de mayo de 2012

Los edificios construidos en España suspenden claramente en eficiencia energética.

En plena crisis inmobiliaria, se apunta a la rehabilitación como salida económica y ecológica. Y falta hace, porque los edificios españoles no son precisamente eficientes en términos energéticos.  

El informe "Los edificios europeos bajo el microscopio", elaborado por el Buildings Performance Institute Europe (BPIE) repasa la eficiencia energética de los edificios de la vieja Europa. A la luz de sus conclusiones, los edificios de España suspenden en eficiencia energética. Y no es cuestión baladí porque los edificios son responsables del 36% de la energía total que se consume.

La superficie edificada útil de los 27 países de la Unión Europea, más Suiza y Noruega es de 25.000 millones de metros cuadrados (tanto como ocupa Bélgica). De toda esta superficie edificada, más del 40% fue construida antes de 1960.

El caso español
España es el quinto país de la Unión Europea más poblado y –según este informe, del que se hace Inmodiario– junto a Alemania, Francia, Reino Unido e Italia aglutina el 65% del suelo edificado de Europa.

España es de los países que más ha construido en los últimos añosEn España, hay 2.600 millones de metros cuadrados edificados. De ellos 2.300 son viviendas mientras que los otros 300 millones se dedican a oficinas, comercios, centros educativos, deportivos, hospitalarios y otros usos comunitarios.

Nuestro país es uno de los estados de la UE (junto a Irlanda, Polonia y Finlandia) en el que más edificios se han construido en los últimos años. Del total de su parque de viviendas actual, un 27% se ha edificado entre 1990 y 2010, frente al 16,6% construido en Europa durante este mismo periodo.

En cambio, cuenta con un 6% menos que la media de edificios antiguos o históricos, construidos antes de 1960, mientras que el grueso de su parque fue levantado entre 1960 y 1990, un 41% frente al 45,3% de la media europea.

Bruselas quiere que en 2021 todo edificio nuevo sea de consumo casi nuloEn junio de 2010, la UE aprobaba la Directiva de Eficiencia Energética en edificios. Los Estados miembros deberán aplicar una metodología de cálculo de la eficiencia energética de los edificios. Cuando se sustituya o mejore algún elemento, deberá cumplir unos requisitos mínimos de eficiencia energética que serán inspeccionados periódicamente a intervalos no superiores a cinco años.

España, según el informe "Los edificios europeos bajo el microscopio", está a la cola en la adaptación de su normativa. Junto con Grecia, Rumanía, Luxemburgo, Hungría, Bélgica, Lituania Letonia y Eslovenia, ha sido apercibido por Bruselas para que acelere las reformas necesarias que aseguren que la directiva se cumpla.

El objetivo de Bruselas es asegurar que en 2021 la totalidad de las nuevas construcciones sean edificios de consumo de energía casi nulo.

Los dueños de las casas
Es importante saber quiénes son dueños de estas viviendas, ya que este hecho influye en la velocidad de la renovación energética o en su profundidad. Los edificios en manos de particulares tardarán más en ser renovados y cuando se haga será con menor intensidad.

El problema español es que el 100% de las viviendas en nuestro país están en manos de particulares o entidades privadas. Todos queremos ser propietarios: en España, el 83% vive en casas de su propiedad y solo un 17% en alquiler (aunque la crisis ya está provocando un cambio de tendencia). Este ratio es de los más altos de Europa.

España demuestra “apatía” sobre la Directiva de Eficiencia Energética.
Ecologistas en Acción denuncia la falta de ambición de España sobre la Directiva de Eficiencia Energética que debatió el viernes 20 de abril en el Consejo de Ministros de energía que se reúne en Horsens (Dinamarca).
En concreto, la posición de España es contraria a un objetivo vinculante de ahorro energético de 20% (artículo 3), que facilitaría la reducción de la dependencia europea de los combustibles fósiles y sentaría las bases para una economía baja en carbono y en emisiones de CO2. Además, el Gobierno español considera que la rehabilitación energética de los edificios de la administración pública (artículo 4) debería limitarse solo a los edificios del gobierno central, dejando así fuera los edificios de las administraciones Regionales y Municipales.
Por último, el Gobierno español apoya medidas alternativas a la mejora de la eficiencia energética de los edificios, como por ejemplo la contribución a un Fondo de Eficiencia Energética, en vez de rehabilitar directamente edificios públicos.
Ecologistas en Acción considera que en medio de una crisis económica y ambiental tan grave, ningún país puede permitirse olvidar la importancia del cambio hacia una economía de bajo consumo energético que contribuya a la reducción de las emisiones de CO2 y a crear un nuevo campo de empleo sostenible a largo plazo.
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