viernes, 25 de enero de 2013

Valencia El Consell deja en manos de los ayuntamientos la autorización de obras en zonas monumentales.


La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2013 que el Consell aprobó a finales de diciembre incluye la enésima modificación de la ley valenciana de Patrimonio Cultural de 1998 que permitirá a los ayuntamientos sortear la hasta ahora preceptiva solicitud de permiso a la Dirección General de Patrimonio para cualquier obra en entornos monumentales.

De haberse aprobado antes esta modificación, el portavoz del PP en el Consell y exconcejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, Jorge Bellver, no habría tenido que sentarse en el banquillo por un presunto delito de prevarización al autorizar las obras de un aparcamiento junto al jardín monumental de Monforte sin haber recabado la autorización de la Dirección General de Patrimonio. Bellver, como se ha publicado, salió finalmente absuelto.

Sea para evitar o no casos como el de Jorge Bellver y reforzar al mismo tiempo las competencias e independencia de los ayuntamientos en las intervenciones que afecten al patrimonio histórico, el Consell ha aprovechado la ley de Acompañamientos para modificar el artículado de la ley de patrimonio en lo que algunos consideran una relajación de la obligación de la Generalitat de fiscalizar la conservación del patrimonio histórico.

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Se ha modificado la ley para que los ayuntamientos que hayan aprobado planes especiales de protección para sus bienes de interés cultural asuman plenas competencias en las intervenciones en los entornos de los bienes de interés cultural. Los ayuntamientos podrán eludir así el siempre incómodo filtro de la Conselleria de Cultura en obras de urbanización de calles, de nueva planta, de demolición, de ampliación de edificios existentes, de reconstrucción, incluidas las cubiertas, las fachadas y los elementos artísticos y ornamentales.

Como la redacción de planes especiales es un proceso largo y técnicamente complejo se ha introducido una situación de excepcionalidad que, entretanto se redactan los planes, establece que aquellos ayuntamientos que cuenten con una comisión técnica en la que exista un representante de la Conselleria de Cultura, podrán solicitar la delegación de las competencias para la concesión de licencia.

El Ayuntamiento de Valencia entra en la excepcionalidad por que ya disponen de una comisión municipal de cultura que se encarga de supervisar las obras que afectan al patrimonio protegido.

49 planes en tramitación
El ayuntamiento del «cap i casal», que aplaude la modificación de la ley de patrimonio porque evita duplicidades, tramita en estos momentos los planes de protección de 49 bienes de interés cultural entre ellos las Torres de Serranos, la Lonja, la Catedral, el Mercado Central, los jardines de Monforte y el Botánico.
En la ley de patrimonio cultural ha habido otras excepciones, siempre polémicas,como la que abrió la puerta para modificar la declaración de bienes de interés cultural, un supuesto que se podría aplicar de llegar el caso al conjunto histórico del barrio del Cabanyal de Valencia, tras el cual hay un enquistado conflicto entre los vecinos y el consistorio que preside Barberá.

La ley de acompañamiento del Consell también modifica la ley de patrimonio para que revisar la protección genérica como bien de relevancia local de los pozos de nieve, las chimeneas industriales anteriores a 1940, los molinos de viento, las barracas tradicionales de la huerta valenciana anteriores al siglo XIX, los calvarios y los paneles cerámicos cuando se acredite que no reúnen valores culturales suficientes.

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