lunes, 15 de julio de 2013

Sant Joan de Alicante. El vandalismo arruina la finca Palmeretes.

Una joya abandonada a su suerte. Es el estado lamentable en el que se encuentra la finca Palmeretes. El vandalismo unido a la dejadez de los propietarios y de la administración local, han convertido esta finca, protegida en el catálogo municipal, en ruinas. 

Nada impide el acceso a la propiedad, ya que el portón de hierro de la entrada está abierto y de poco sirve cuando la tapia de la finca tiene un boquete de casi dos metros por el que puede pasar cualquiera. El inmueble ha sido víctima ya de dos incendios y de numerosos robos, los últimos recientemente.

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Este panorama no es nuevo, la Conselleria de Cultura ya envió un informe al Ayuntamiento en marzo de 2012 advirtiendo del mal estado de la propiedad. En el documento señalaba que "los posibles daños que sobrevengan a los elementos protegidos del inmueble serán de la responsabilidad del propietario", la mercantil Liberbank. El escrito se envió hace un año y el propietario sigue haciendo caso omiso. 

Desde el grupo socialista denuncian el "abandono" de Palmeretes y exigen al Ayuntamiento que intervenga para proteger la propiedad.
 

"Llegados a este punto, la mejor salida sería que el Ayuntamiento negociara con el banco la compra de la finca para destinarla a usos culturales. Se podría llevar a cabo mediante una concesión para que no recayese todo el gasto en las arcas municipales", explica el concejal socialista Santiago Escudero.
 

En estos casos el Ayuntamiento tiene la obligación de requerir a la mercantil que se haga cargo de la rehabilitación y limpieza del edificio. Así lo estableció en una resolución de agosto de 2012 donde se comprometía a "ordenar al banco la ejecución de las obras en un plazo de quince días", además incluía la posibilidad de imponer "hasta diez multas por valor de un décimo del coste estimados de las obras de conservación". 

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Desde el Consistorio aseguran que han enviado varios requerimientos a la empresa, pero pasado un año de esta resolución, la finca no deja de acumular destrozos.

"El banco es el propietario del inmueble y el que está obligado a mantenerlo, por tanto el Ayuntamiento no tiene por qué hacerse cargo de este gasto", responde el portavoz del equipo de gobierno, Santiago Román.

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