lunes, 29 de julio de 2013

El Ayuntamiento de Cádiz recuerda a la Junta la protección del Olivillo.

La integridad del edificio del Olivillo pende de un hilo y esta vez no es sólo por el estado ruinoso que presenta. La Junta de Andalucía tiene la intención de pedir al Ayuntamiento la autorización necesaria para iniciar los trámites que permitan su derribo y construir desde cero un nuevo equipamiento para la Universidad de Cádiz en lugar de acondicionar el edificio actual. La polémica viene dada porque el edificio está incluido en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz lo que complica cualquier decisión sobre el mismo. Es por esto por lo que el mantenimiento de este inmueble ha vuelto a enfrentar al Ayuntamiento y al Gobierno andaluz que tienen visiones muy claras y diferentes de lo que se debe hacer. Mientras que desde la Junta ya se han mostrado partidarios de reducirlo a escombros, desde el Ayuntamiento exigen no sólo que se mantengan sino que se hagan las obras necesarias para volver a recuperar este edificio levantado en los años 30 por el arquitecto Sánchez Esteve.

La alcaldesa gaditana, Teófila Martínez, no quiso ayer asumir ninguna responsabilidad sobre su futuro «puesto que se trata de un edificio de la Junta» cedido a la Universidad de Cádiz y deben ser ambas quienes se pongan de acuerdo. No obstante, recordó que se encuentra protegido y forma parte del patrimonio de la ciudad. Teófila Martínez se sorprendió de que el Gobierno andaluz quiera derribarlo cuando se opuso a que el Ayuntamiento hiciera lo mismo con el edificio de la Aduana Nueva paralizando así el proyecto de remodelación de la plaza de Sevilla. Ambos inmuebles cuentan con el mismo grado de protección (el 3 Ambiental) por lo que Martínez pidió «que tengan la misma vara de medir» para uno y otro edificio.

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A pesar de que ambas administraciones puedan tener opiniones contrarias sobre el porvenir del Olivillo, las dos están de acuerdo en que de continuar por el mismo camino, «el edificio se terminará cayendo». Desde la Junta de Gobierno Local son ya varios los requerimientos que han enviado al ente andaluz para que inicie las obras oportunas para garantizar la seguridad del mismo y la Delegación de Urbanismo ya les ha sancionado con dos multas coercitivas por su mal estado.

Mientras ambas administraciones discuten, el Olivillo sigue formando parte de los edificios abandonados a la espera de que lleguen tiempos mejores. Actualmente el estado que presenta es bastante deteriorado, sus ventanas y puertas están tapiadas y se presume un gran daño estructural que está sin determinar.
La Voz Digital

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