El templo, que presentaba importantes desperfectos sobre todo en el tejado, comenzó a restaurarse en primavera con carácter urgente porque además encontraron vigas partidas y descubrieron que el peso del edificio estaba mal repartido. "Estamos muy contentos con el resultado de la rehabilitación. Creo que no hará falta volver a tocar nada hasta dentro de 80 ó 90 años. Los vecinos no volverán a ver el tejado en obras, salvo que nos toque la lotería y hagamos una gran reforma", aseguraba el párroco de la localidad, Gonzalo Rodrigo. La zona más dañada correspondía al crucero, a las capillas laterales y al ábside o cabecera, lugares en los que la madera estaba muy estropeada por culpa de la humedad y de la carcoma. Lo primero que se hizo fue levantar las tejas y cambiar la cubierta para después impermeabilizar el tejado con una tela transpirable.
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Además, se remataron los aleros de ladrillo aplantillado y se colocaron de nuevo algunas partes que habían ido desgastando y que habían ido desapareciendo con el paso del tiempo. "Han hecho una gran obra y por el momento no pensamos reformar nada más. Estamos muy contentos porque, además, nos hemos movido en el presupuesto que habíamos previsto", añadía Rodrigo. Una obra de mejora que ha costado 150.000 euros y que ha sido sufragada con los donativos de los fieles y con las aportaciones al cepillo parroquial. La empresa que se ha encargado del proyecto de rehabilitación ha sido DGM Arquitectos, situada en Logroño, y Construcciones Piedralén de Marcilla, especialistas en trabajos de restauración del patrimonio navarro, han ejecutado la obra. Además de la reforma acometida a lo largo del año 2011, hace una década también se rehabilitó el campanario.
La iglesia San Miguel de Cárcar, construida en el punto más alto de la localidad ribera, data del siglo XVI y se eleva junto a la plaza principal. En su interior se encuentra uno de los mejores ejemplos de retablo barroco de Navarra.
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