El Ayuntamiento de Arcos calcula que para finales del próximo mes de enero concluya la remodelación de la ermita de San Antonio Abad, un emblemático espacio religioso que se cerró al público tras el derrumbe que sufrió en 1956.
Las obras, que han contado con la financiación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, permitirán recuperar parte del patrimonio local, ya que se trata de un emblemático edificio que data del siglo XIV. Así, la restauración del inmueble, que se inició a mediados de 2010, recupera el volumen que tenía la antigua bóveda, además de otros elementos primitivos. También, los trabajos han mejorado la solería, cubierta, entre otros.
Esta ermita pertenece a la parroquia de San Pedro, que en su momento cedió las instalaciones religiosas a la hermandad del Silencio para celebrar sus actos. Por tanto, su uso está vinculado a este hecho. No se descarta que en un futuro el Ayuntamiento pudiera llegar a acuerdos para poder hacer, también, uso de esta edificación.
De momento, los trabajos de mejora están en su fase final. Resta que el Ayuntamiento planifique una serie de actuaciones relacionadas con el suministro de la luz y el agua, entre otros, según adelantó ayer el concejal de Cultura arcense, Domingo González. Cabe recordar que estas mejoras estaban reflejadas en el proyecto original, que financia la Junta, pero una modificación hace que se salga del mismo.
En las obras se desmontó el retablo, que custodia el Consistorio y para el que pedirá ayuda económica para su rehabilitación.
El delegado de Cultura, Domingo González, junto con el sacerdote y párroco de San Pedro, Jesús Lozano y el arquitecto José María de la Cuadra, han visitado ya las obras que se están acometiendo en la ermita de San Antonio Abad.
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