La torre de los Pozos lleva tres años pidiendo ayuda. Y el Ayuntamiento se ha comprometido a buscar financiación para acabar, de una vez por todas, con las deficiencias de esta construcción del siglo XII, aquejada de humedades y desprendimientos. En palabras de los técnicos municipales, que reprodujo ayer el concejal de Turismo, Jorge Suárez, «el edificio parece estar avisando». El problema no es nuevo y de hecho, ya figuraba como prioridad en el estudio integral sobre la muralla que coordinó Miguel Matas hace tres años y que arrojó que la construcción almohade sufre más de mil patologías, que el estado de conservación es muy deficiente y donde se consideró urgente «el vaciado del baluarte de los Pozos». El punto de partida para comenzar a ejecutar las actuaciones establecían un mínimo de seis millones de euros.
Otra de las urgencias venía de la mano de la torre de Bujaco, afectada por los mismos problemas y que finalmente se restauró durante los últimos meses del año pasado y principios del actual con fondos del Plan E . Ahora, ha llegado el turno de la también conocida como torre del Gitano. Que sufre de grietas, desprendimientos y sobre todo, de humedades, salta a la vista. Su estado viene avalado por dos informes de técnicos municipales. Uno recoge la gran humedad en la fachada principal y las filtraciones que, obviamente, se agravan cada temporada con las lluvias. El segundo añade, además, desprendimientos de cal y humedades en los muros del interior de las bóvedas, que son consecuencia de la mala conservación del pavimento de la terraza superior, según el informe.
Pero a pesar de todas estas evidencias, no hay recursos financieros para dar forma a las soluciones previstas en el papel. El Ayuntamiento quiere hacer la necesaria reforma y para ello, ha optado por ahondar en toda clase de ayudas al patrimonio que pudieran estar a su alcance y se ha decidido por solicitar la financiación al Gobierno Central. Lo hará a través del conocido '1% Cultural', una partida mínima que tiene su origen en contratos de obras públicas y que se dedica a trabajos de conservación o enriquecimiento del patrimonio. La cuantía de la ayuda no está determinada, aunque el gobierno local sí espera que se trate de una cifra superior a los 100.000 euros.
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En lo que va de año, la comisión mixta Fomento-Cultura ha repartido en base a esta obligación de la Ley de Patrimonio Histórico un presupuesto que supera los 40 millones de euros. Por citar algunos ejemplos, este fondo ha destinado una cifra de más de 850.000 euros para que el Ayuntamiento de Ávila rehabilite la muralla o 460.000 euros para restaurar el castillo de Luque en Córdoba.
En algunos casos, las cantidades alcanzan el millón de euros de financiación, como por ejemplo la consolidación del convento de la Trinidad en Málaga o la rehabilitación de la antigua iglesia de San Pedro en Becerril de los Campos, Palencia. Entre las actuaciones aprobadas para este año, ninguna se encuentra en Extremadura. Por ello, desde el Consistorio cacereño se han propuesto que en la próxima lista aparezca Cáceres y su torre de los Pozos. Los trámites se realizarán a través de dos líneas: un programa de recuperación de yacimientos arqueológicos y otro de intervención en el patrimonio arquitectónico.
Esta inversión vendría a complementar el Plan Director de patrimonio que han puesto en marcha, conjuntamente, los consistorios de Cáceres, Plasencia, Coria y Trujillo. Los regidores se han comprometido a presentar un documento detallando el estado de conservación de sus recintos amurallados y aportando las soluciones, el presupuesto para llevar a cabo las reformas y el plazo para ejecutar la rehabilitación.
Se rechazó una ayuda
Asimismo, Jorge Suárez apuntó que Cáceres ya tuvo concedida una ayuda del Ministerio de Cultura para rehabilitar la torre de los Pozos. «En el 2008, Cultura adjudicó 100.000 euros para rescatar la torre, pero no llegó a materializarse porque el gobierno local del grupo socialista rechazó el proyecto». Según el informe que los técnicos han pasado al concejal de Turismo, el proyecto se licitó y de hecho, disponía de empresa, proyecto y dirección técnica.
A este respecto, este diario ha consultado a Víctor Santiago Tabares, entonces concejal de Innovación, que reconoce que el plan de vaciar la torre se rechazó por una cuestión económica. «Si se aceptaba la ayuda del Ministerio, había que cofinanciar la obra en un determinado porcentaje y se trataba de una cantidad de dinero que el Ayuntamiento no podía asumir», explica el ex concejal.
La torre de los Pozos se recuperó como atractivo turístico de la ciudad en 2009. Dos años antes, había sido objeto de una reforma de 340.000 euros para acondicionar la torre y otra de 81.000 euros para recuperar el aljibe o cisterna medieval. El retraso en la apertura se debió al uso que se le pretendía dar, ya que la corporación no quería que los turistas visitaran el continente sin estar desarrollado el contenido.
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