jueves, 17 de noviembre de 2011

El pórtico de Santa María de Requena peligra pese a tener financiación para rehabilitarlo.

En el año 1931 el Gobierno de la II República declaró Monumento Nacional el pórtico gótico de la iglesia de Santa María en Requena. Desde entonces ninguna administración ha invertido ni un solo euro en sacar de la dinámica de deterioro en la que cayó esta portada comparable a la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, a la Colegiata de Gandia, a la iglesia Arciprestal de Santa María de Morella, a la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Santa María de Murcia, y a los templos de Santiago, en Orihuela, y de San Bartolomé, en Xàvia según los expertos. A pesar que en abril de 2000 se inauguró la rehabilitación del interior del templo, no se destinó ninguna partida para recuperar la fachada.
Desde su reconocimiento como Monumento Nacional, máxima categoría dentro de la valoración del Patrimonio Nacional, sólo ha sido víctima de atentados. El primero el saqueo y destrucción de la iglesia en la Guerra Civil, después el abandono que ha dejado muestras patentes de deterioro.
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Plan de rehabilitación
En octubre de 2008 el entonces gobierno municipal presentó un estudio y plan director para la rehabilitación realizado por la Cátedra Unesco de Patrimonio, el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales o la Cátedra de Petrología de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid y numerosos especialistas con la intención de sacar definitivamente de la ruina el frontispicio. El citado estudio concluyó que que el grado de daño de estas históricas piedras era mucho mayor que el observado a simple vista. A pesar de las alarmas surgidas del trabajo de los técnicos de los técnicos el proyecto acabó olvidado, puesto que desde entonces nada se ha vuelto a saber de la iniciativa.
El proyecto contaba desde su comienzo con financiación procedente del Fondo Europeo para el Desarrollo Regional (Feder) previsto para el desarrollo económico de regiones deprimidas en la Unión Europea.

Daños apreciables
El estudio desveló que esa capa negruzca que cubre la casi totalidad del ocre de la piedra está provocada por una capa de aceite de linaza que se le aplicó en una época indeterminada. Además el ataque los hongos, líquenes, arañas, caracoles, palomas y agentes químicos han provocado un daño muy grave en la piedra.
Las escorrentías de agua han causado la erosión de diversas zonas de la parte izquierda, donde se ha perdido gran cantidad de masa pétrea, hasta el punto que se pueden apreciar canales formados por el paso del agua. La portada en general está afectada por el llamado mal de la piedra , que convierte en polvo la roca.

La iglesia se construyó entre finales del siglo XIV e inicios del XV

No existe documentación que certifique la fecha exacta en la que comenzó a construirse la iglesia de Santa María. No obstante los expertos coinciden en que está efemérides tuvo lugar entre finales del siglo XV y principios del XVI. También existen discrepancias a la hora de definir el estilo constructivo tanto del edificio como de la fachada. Las coincidencias existen en torno a que se levantó con las normas del gótico, pero hasta nuevas investigaciones tendrán que suprimirse los apellidos de florido o isabelino. La piedra empleada procede de unas canteras próximas a Requena, que todavía pueden visitarse. El programa escultórico de la fachada contempla un tímpano, en el que se representa la escena de la Anunciación, envuelto por arquivoltas con ángeles que portan instrumentos musicales de la época. A ambos lados de las puertas hay 10 figuras de los apóstoles y un parteluz con la imagen de la virgen.

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