lunes, 16 de julio de 2012

La rehabilitación del Fuerte del Mazo de Santoña concluirá en agosto. Cantabria



Los trabajos de rehabilitación que se están llevando a cabo en el Fuerte del Mazo -también llamado de Napoleón- con el fin de adecuarlo para su visita concluirán en agosto. Esta actuación, que se retomó a principios de 2012 tras dos años paralizada al presentar un concurso de acreedores la anterior constructora, se ejecuta con una inversión de 470.462 euros procedentes del Ministerio de Fomento. Gracias a este proyecto será posible el aprovechamiento cultural, educativo y turístico de este histórico inmueble erigido en 1812, en plena Guerra de la Independencia, en el corazón del Monte Buciero y desde el cual se disfruta de una completa vista de toda la villa.

La obra contempla la restauración de los dos edificios que integran la fortificación y su entorno, adaptándolos a su función futura, a la vez que se garantice su conservación. El cambio de uso respeta la estructura original al mismo tiempo que se reactiva su explotación de cara a una ocupación durante la mayor parte del año. Esta semana, la alcaldesa, Milagros Rozadilla, acompañada de la concejala de Cultura, Felisa Bollaín; y de los ediles de Obras y Medio Ambiente, Ángel Mollinedo y Fernando Palacio, respectivamente, han visitado el Fuerte del Mazo para conocer la evolución de los trabajos que «ya están bastante avanzados».

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Durante el recorrido estuvieron acompañados por la directora de obra y redactora del proyecto, Ruth Vega. Ella les explicó que la actuación se está centrando en devolver el inmueble a su estado original en sentido arquitectónico. Y es que en 1995 se rehabilitó a través de un programa de la escuela taller pero se alteró su esencia. «Hemos quitado los vestigios de antiguas reformas que se habían realizado y no habían conservado bien el edificio, sino que lo habían transformado». Así, se ha sacado la piedra vista, se ha empleado un mortero de características similares al ya existente y se ha recuperado todo el sistema de recogida de aguas con canalones nuevos. «Todo el agua pluvial se recogerá en el aljibe que va directamente al monte». Además, detalló la arquitecta, se ha sustituido la teja por otra recuperada y en el interior también se ha cambiado el suelo que era de barro cocido y se encontraba bastante deteriorado. En su lugar, se ha colocado un suelo de piedra que tiene una cámara de aire debajo para que no transmita la humedad a las paredes.

Todo ello se completará con la instalación de calefacción, electricidad, cámaras de seguridad, aparatos sanitarios e iluminación interior y exterior. «Queda por hacer la barandilla, que será una pantalla textil, realizada con red verde para potenciar las vistas», señaló Vega. Además, el inmueble se hará accesible a personas con movilidad reducida. Tras su recuperación, el proyecto incluye la creación de un museo.

Rozadilla destacó «la buena marcha de los trabajos que estarán finalizados en el plazo de un mes ya que no ha habido ningún inconveniente que paralice o demore la obra». La alcaldesa subrayó que el Fuerte por si mismo, con sus edificaciones y su entorno, ya es «digno» de ser visitado. No obstante, explicó que se está trabajando para darle un contenido. «Será una dotación sencilla. La idea es que los futuros visitantes puedan imaginar 'in situ' el motivo por el que se hizo este fuerte y lo que allí se vivió históricamente y militarmente hablando». En este sentido, se recopilarán copias de documentos que detallen el uso de las fortificaciones, así como trajes militares de entonces u otros aspectos con los que acercar esta parte de la historia a vecinos y visitantes

Apertura
Los trabajos de rehabilitación que se están ejecutando impedirán que este año se abra al público coincidiendo con la temporada estival pero ya lo han hecho tanto el Fuerte como la batería alta de San Martín que se unen, así, a las de la batería baja de Galvanes y el Fuerte de San Carlos. A esta difusión del patrimonio histórico se suma el expediente que se está elaborando en la actualidad desde el ayuntamiento a fin de impulsar la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de sitio histórico para todas las fortificaciones levantadas a lo largo y ancho del Monte Buciero. En la actualidad, solo 5 de los 20 inmuebles que existen en la villa poseen este grado.

El documento, que se está confeccionando con la colaboración del director de la Casa de Cultura y experto en fortificaciones Rafael Palacio, se remitirá en los próximos meses al Servicio de Patrimonio Cultural e incluirá todos los elementos de arquitectura defensiva y apoyo logístico (polvorines, cuarteles, puestos de guardia, caminos militares, hornos de cal, etc.), incorporando de esta manera los últimos descubrimientos gracias a la aportación ciudadana.

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