viernes, 27 de julio de 2012

El Proyecto de Excavación Arqueológica de la Ermita de San Miguel arrojará nuevos datos. La Laguna (Tenerife)


El Proyecto de Excavación Arqueológica de la trasera de la Ermita de San Miguel, en pleno corazón de La Laguna, permitirá conocer mejor el nacimiento de la ciudad y su desarrollo urbano. La concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento lagunero, Julia Dorta, y el director insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa, han estado visitando la zona para comprobar in situ la marcha de los trabajos. Así, está previsto que en el mes de julio estén finalizados los trabajos de excavación para luego continuar con la adecuación de la zona excavada y su puesta en valor mediante la consolidación de las fosas, la pavimentación del entorno y la instalación de paneles informativos.

El proyecto, dirigido por el arqueólogo Francisco Javier de la Rosa Arrocha bajo la autorización del Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias, tiene como objetivo finalizar la campaña de excavaciones arqueológicas iniciada con la primera fase que se llevó a cabo en 1995, cuyo objeto fue el de conocer la evolución arquitectónica del edificio, a la vez que obtener información de las fosas de enterramiento localizadas durante la intervención. Con el nuevo proyecto se está actuando sobre el espacio libre situado junto a la cabecera de la ermita, donde fueron halladas las fosas, así como los restos de la cimentación de la construcción primitiva. Se prevé, por tanto, el hallazgo de nuevos enterramientos y, sobre todo, determinar el proceso de ocupación histórica del citado espacio.

Julia Dorta ha querido "agradecer al Área de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife así como al Gobierno de Canarias la buena predisposición mostrada para que los trabajos estén avanzando a buen ritmo".

La concejala explica que "el nuevo proyecto de excavación de la trasera de la Ermita conlleva la conservación del yacimiento, pero a su vez, la puesta en uso y el disfrute por parte de los ciudadanos de este espacio arquitectónico único en nuestra ciudad, así como de los restos arqueológicos que se encuentren. En este sentido, añade Dorta, el Patrimonio de una ciudad ha de ser visible, accesible y comprensible para todos de forma que, lejos de ser un concepto elitista, se convierta en un ámbito de interés general que nos ayude a comprender mejor nuestra historia y, por tanto, planificar adecuadamente nuestro presente y futuro".

Cabe destacar que en los trabajos que se realizaron en 1995 el objetivo era conocer la evolución arquitectónica del edificio, de tal forma que se pudiera identificar sus diversos momentos constructivos y ponerlos en relación con los hallazgos de este tipo que surgieran en la excavación. Además, y como segundo objetivo, se encontraba el estudio de la historia religiosa de la ermita y de los aspectos rituales de su trayectoria como templo cristiano.

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La excavación arqueológica de la trasera de la ermita de San Miguel ha permitido conocer la evolución estructural de parte del edificio. Los trabajos de investigación arqueológica han permitido documentar la existencia de al menos dos momentos distintos de ocupación de la trasera de la ermita de los cuales, uno de ellos podría corresponder con el momento inicial de su construcción. Por otra parte, la aparición de fosas de enterramiento genera nuevas perspectivas en el estudio e interpretación del recinto.

Momentos históricos de ocupación 
Precisamente, los trabajos que se están realizando en esta segunda fase de excavaciones permitirán determinar con exactitud en qué momentos históricos se ocupa dicha zona.

La existencia de restos arquitectónicos adosados al edificio en su parte trasera, fruto de las diversas remodelaciones que experimentó el edificio, supone la posibilidad, mediante un estudio arqueo-histórico adecuado, de acercarnos a uno de los escasos ejemplos de arquitectura de principios de silgo XVI existentes en La Laguna, conservada relativamente intacta. Los especialistas ven posible que podamos encontrarnos ante los restos de fábrica original, cuyo estudio nos permitirá conocer algo más del nacimiento de la ciudad y su desarrollo urbano.

Excavaciones y hallazgos
En las excavaciones se está aplicando un sistema de trabajo con cierta flexibilidad, de manera que dadas las condiciones particulares del mismo, como por ejemplo su delimitación y ubicación, garantice la correcta recuperación de los materiales y la interpretación de los fenómenos temporales que se han producido en dicho espacio.

Para ello, una vez retirados los componentes que se dispusieron al terminar la primera fase como dispositivos de protección del yacimiento y sus estructuras, el yacimiento se ha articulado en torno a un sistema de coordenadas cartesianas de manera que el eje de la X tiene una orientación Sur-Norte, mientras que el de las Y tiene orientación Este-Oeste. A partir de este sistema, se definen los cortes arqueológicos.

Así, en el nivel III de la excavación realizada en 1995 de definen claramente las fosas y enterramiento y, por tanto, el suelo del siglo XVIII. El yacimiento arqueológico está perfectamente delimitado por los muros de la ermita, distinguiéndose tres zonas: las fosas funerarias, los pavimentos antiguos y los muros. De cada una de ellas, la información obtenida permite plantear un escenario de aproximación a esta parte de la ermita de San Miguel que complementa la estructura original del dicho edificio y su posible origen y desarrollo arquitectónico.

Además, la toma de muestras de las distintas zonas del yacimiento posibilita la analítica y los estudios de sedimentología, materia orgánica e inorgánica, estudios óseos, etcétera, que se enmarcan en las distintas líneas de investigación que puede generar un yacimiento arqueológico de estas características.

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