lunes, 16 de enero de 2012

Aparecen en la plaza Redonda columnas como las de la Lonja. Valencia

Los trabajos de la segunda fase de rehabilitación de la plaza Redonda de Valencia están removiendo el suelo del emblemático enclave. Los operarios que trabajan en la zona se encontraron ayer con una sorpresa: tres fragmentos del fuste de unas columnas helicoidales similares a los que hay en la Lonja de Seda, situada a unos pocos centenares de metros de la plaza. El arquitecto de la obra, Amando Llopis, explicó ayer que con este descubrimiento, que calificó como «no uno de los grandes», se procederá como con cualquier otro de similares características: «Se fotografiará, se documentará, se cubrirá con una malla y se volverá a enterrar». Llopis indicó que la obra cuenta con «supervisión arqueológica en todo momento» y señaló que hasta hoy «no se han dado grandes hallazgos en la plaza».
En opinión del arquitecto, los fragmentos encontrados «se utilizaban como relleno para soportar el umbral de uno de los accesos a la plaza». Hasta bien entrado el siglo XX era habitual reutilizar fragmentos de obras antiguas para las nuevas construcciones. Sin embargo, Llopis explicó que en los trabajos en la plaza Redonda no se han encontrado «grandes restos porque obras anteriores han removido todo el suelo». Según el diseñador de esta reforma integral de plaza, únicamente se han hallado «algunos restos cerámicos».
Llopis destacó, a preguntas de este diario, que el proceder con estos restos en cuestión será el mismo que el que se realiza con piezas de un valor arqueológico similar. Este proceder no incluye, según Llopis, «extraerlas del lugar», sino protegerlas «con una arena sin áridos» y dejarlas donde están. «La labra es infinitamente peor a las columnas de la Lonja, pero sí, se parecen», explicó Llopis, que indicó que en las obras actuales esperan encontrarse, como mucho, «las construcciones públicas que existían en la zona a finales del siglo XVI y principios del XVII. «Hay que recordar —explicó— que la moderna plaza Redonda se construyó metro o metro y veinte por encima del nivel de las edificaciones anteriores».
El arquitecto comentó que no saben «de dónde proceden estos fragmentos, porque no hay constancia en la zona de ningún palacio o casa noble que tuviera columnas similares». «Si hubiéramos visto un capitel perfectamente labrado lo habríamos sacado sin dudar», aseguró Llopis, que destacó que las obras están «bajo supervisión constante de arqueólogos especializados».
Llopis se mostró confiado en que «en absoluto» se van a parar las obras —«alarma social ninguna», insistió— porque tal como explicó «no tiene sentido» sacar estas piezas, usadas como cimientos de los edificios que rodean la plaza, de su ubicación actual.
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