jueves, 13 de septiembre de 2012

La rehabilitación del casco antiguo de Cádiz, parada por la falta de dinero público.


El programa estrella para garantizar y revitalizar el casco antiguo: la rehabilitación integral de todo su parque de vivienda en una operación única que ha sido copiada por otras capitales del país, hace aguas con riesgo de irse a pique debido a los radicales recortes que en inversiones ha puesto en marcha la Junta de Andalucía, que desarrolla esta ambiciosa operación desde 1999. 

Aunque desde hace al menos dos años el dinero con el que cuenta la Oficina de Rehabilitación ha ido mermando de forma considerable, han sido en los doce últimos meses cuando se ha notado el cierre del grifo y la paralización casi total de la rehabilitación del casco, según coinciden todas las asociaciones de vecinos del casco, entre las que se encuentran aquellos barrios con un parque de vivienda más degradado. 

En estos meses apenas si se han ido concluyendo algunos proyectos que llevaban en fase de ejecución hasta una década, con numerosos parones provocados por diversas cuestiones. Por contra, no se han puesto en marcha, según coinciden todas las entidades vecinales, ninguna obra nueva ni hay perspectivas del inicio de éstas a pesar de las centenares de familias que se encuentran fueran de sus viviendas habituales a la espera de que concluyan los trabajos de rehabilitación o se inicien éstos. Santa María 23 y Sopranis 6 son los dos últimos ejemplos de fincas que han tenido que ser desalojadas, y sus vecinos realojados en otros inmuebles, por el mal estado de edificios, en algunos casos con denuncias públicas desde hace ocho años al menos. 

La Junta de Andalucía reconoce estos recortes a la vez que insiste en que para ellos el Plan de Rehabilitación es prioritario dentro de su política social. En todo caso, habrá que esperar al próximo mes de septiembre para que se pueda contar con un documento en el que Obras Públicas aclare cuál va a ser su planificación a corto y medio plazo. 

La crisis, en todo caso, no ha tocado únicamente a las arcas autonómica. El programa de vivienda del Ayuntamiento también se ha visto ralentizado. Aunque el decreto de la Junta de 1999 tocó de lleno a la planificación municipal, limitando de forma extraordinaria sus posibilidades de actuación, en estos años sí se ha trabajado sobre un centenar de infraviviendas poniendo en marcha, también, un plan de viviendas para jóvenes, afectado también por los recortes.

La tercera pata inversora viene de manos de los promotores privados que, igualmente, se han visto afectados por la dureza de la recesión aunque hay casos particulares, como la promotora de Enrique Arroyo, que sí mantiene una actividad constante en la recuperación de viejas construcciones. 

Con todo, el desánimo es evidente entre las asociaciones de vecinos hasta el punto que las integradas en la Federación 5 de Abril tienen previsto solicitar una entrevista con el nuevo delegado de Obras Públicas, Manuel Cárdenas, que ya ha mostrado a este diario su intención de reunirse con todos los representantes vecinales. 

El recorrido por todos los barrios es demoledor. "¿Cómo está la cosa? Parada, paradísima", afirma con rotundidad Almudela Ortega, presidenta de la Asociación de Vecinos del Mentidero. "Aquí tenemos de todo. Hay solares vacíos, edificios por terminar, con infravivienda, en ruina... Hay de todo. Hay donde elegir" comenta desesperada afirmando que el parón inversor empezó hace un año y que ahora se acrecienta aún más. 

San Juan, uno de los barrios de la ciudad más degradados es a la vez uno de los que más está notando la paralización del Plan de Rehabilitación. El ejemplo más claro es la promoción de Osorio, que afecta a varios solares en pleno corazón de este pequeño barrio. Las viejas fincas se tiraron hace años. El proyecto se pintó pero nunca se ejecutó. Problemas con el diseño, primero, y con la adjudicataria de la obra, después, han paralizado durante años esta operación de la Junta de Andalucía. 

El solar se ha convertido en un basurero, denuncia Lucía Núñez, presidenta de la asociación. "Esto es un desastre. Es urgente que se empiece a construir de una vez porque en ello va buena parte de la vida del barrio. De aquí se han ido familias esperando a estas obras y todavía no han retornado, con lo que ello supone para nuestra economía". Una marcha que ha llevado pareja el cierre de la ya reducida oferta de locales comerciales tradicionales. 

Pero más allá de Osorio, en San Juan también hay otras fincas vacías o en estado casi ruinoso. "En Puerto Chico hay una casa que lleva cerca de ocho años pendiente de las obras, y también pasa en la zona del Campo del Sur". Núñez reparte culpas entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz, a los que reclama efectividad y rapidez "porque si no el barrio se muere". 

Cerca de allí, en Santa María, donde se ubican las dos últimas fincas desalojadas, José Rodríguez, presidente de la asociación del barrio, busca algo de optimismo ante la, se supone, inminente entrega de diversas promociones, como la de Lasquetty, que en conjunto van a suponer más de medio de centenar de nuevas viviendas. Reconoce, en todo caso, que estos proyectos de la Junta se iniciaron hace una década por lo que su culminación ha acumulado años y años de retrasos que el barrio no podrá recuperar. 

"Dentro de lo que está cayendo, siempre es una buena noticia el pronto final de estas obras, pero no podemos olvidar que sólo en el barrio hay todavía catorce fincas que están vacías y otras en mal estado. Ahí están los ejemplos de Santa María 23 y Sopranis 4, especialmente grave en el segundo de ellos por la edad de quienes allí vivían. Por lo demás, no hay avance alguno en nuevas promociones. Todo está parado e incluso hay casos como el de Merced 5 que, siendo propiedad de la Junta desde hace años aún no ha actuado en la misma", concluye Rodríguez. 

La Viña se encuentra también entre los barrios donde la degradación en su parque de viviendas era más que evidente en 1999. Aquí, según afirma la presidenta de la asociación, Catalina Cárdenas, "hace como tres años que no vemos una obra nueva. Aquí todo esta parado a pesar de que hay 16 fincas cerradas y en otras cuatro o cinco apenas se cuenta con un inquilino, con casas apuntaladas. No vemos solución. No hay arreglo. Vamos por la Junta o por el Ayuntamiento a intentar agilizar nuevos proyectos y nos dicen que no hay dinero". 

Similares problemas se cuenta desde la Asociación Cádiz Centro. Su vocal de Urbanismo, Francisco Gómez, pone sobre el papel la promoción de Barrocal 9, 11 y 13. Era una de las estrellas de la Oficina de Rehabilitación de la Junta, presentada hace cerca de una década. Las fincas están vacías desde hace años "sin que haya visos de inicio de las obras". Lo mismo pasa con Santiago 11, que lleva igualmente años provocando dolores de cabeza al barrio y, en especial, a los residentes en las fincas vecinas. "Aquí se está pendiente de que se cierre el proceso de expropiación por parte del Ayuntamiento. Mientras, el solar es un basurero a la vez que los vecinos han tenido que asumir con sus medios el pago de los daños provocados por las obras que allí se iniciaron, a pesar de que la alcaldesa dijo que fue el Ayuntamiento el que asumió su coste". Curiosamente, en Barrocal 3 sí se está trabajando, en este caso de manos de la propiedad privada. 

El corte de inversiones por parte de la Oficina de Rehabilitación de la Junta no se limita a la rehabilitación de viviendas. Desde hace años se encuentran paralizadas las ayudas para reforma de espacios comunes, una de las más solicitadas por los vecinos de intramuros. 

Desde 1999 la Oficina ha invertido más de 160 millones de euros, aunque a esta cantidad hay que restar el dinero que se han destinado al plan del Cerro del Moro y a la recuperación de edificios como el Oratorio de San Felipe Neri.

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