viernes, 10 de agosto de 2012

La Catedral de Valencia hará excavaciones para localizar la antigua mezquita.


«Una labor de recuperación y de sorpresa». Así define Salvador Vila Ferrer, arquitecto conservador de la Catedral de Valencia, su trabajo en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. Una tarea que lleva desempeñando desde hace cinco años y que tiene como próximo reto la proyección de unas excavaciones en la Seo que permitan localizar la antigua mezquita e, incluso, la primitiva catedral visigótica.

Los trabajos se realizarán para ampliar el actual Museo Catedralicio, según señala Vila en una entrevista a la revista Catedral de Valencia que edita el Arzobispado. La propuesta de ampliación ya se anunció en 2010 y es ahora cuando se ha presentado con la intención de poder recuperar los restos antiguos. El proyecto, según confirmaron ayer fuentes del Arzobispado, está pendiente de ser aprobado por la Dirección General de Patrimonio, y se prevé que arranquen este año.

Estas obras, que permitirán que el Museo Catedralicio tenga tres plantas, consistirán en una planta superior (sobre la sala museística actual) y otra inferior, que se ganará aprovechando la cripta y que posibilitará que se pueda bajar para apreciar los restos de la Catedral antigua y de su primitiva torre.

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Según Salvador Vila, también responsable del plan director y de conservación del monasterio de Simat de la Valldigna, la calle Barchilla, contigua a la parte de la Seo en la que se encuentra el museo, se sitúa 3,60 metros por encima de lo que era la calzada en tiempos romanos, por lo que se ubica en ese punto los restos de la Catedral antigua. El arquitecto conservador fija, incluso, la posición de la antigua mezquita próxima al crucero y al presbiterio.

Capilla de San Pedro
Otro de los proyectos que el arquitecto Vila tiene sobre la mesa es la recuperación de las capillas góticas de la girola en la zona que recae a la plaza de la Virgen. Esta actuación supondría eliminar el muro neoclásico que rodea desde el siglo XVIII las siete capillas góticas.

También se ha planteado una intervención en los enlosados de la Puerta de los Hierros, donde se quiere «numerar cada pieza, extraerla, darle la vuelta a todo el pavimento y volverlo a colocar en el sitio», ya que cada losa, de 20 centímetros de espesor, es de material distinto y, por tanto, el desgaste y la erosión son irregulares.

Por ahora, la Catedral de Valencia está inmersa en las obras de rehabilitación de la capilla de San Pedro, que está previsto que concluyan a finales de año. Situada junto a la capilla del Santo Cáliz, está cerrada al público de junio de 2011 aunque desde el pasado mes de julio el Instituto del Patrimonio Cultural de España ofrece visitas gratuitas a la capilla todos los sábados y domingos de verano.

La iniciativa supone una oportunidad única para acceder al recinto y poder seguir de cerca, entre otros, los trabajos de restauración de los ventanales del tambor de la cúpula o admirar los frescos pintados por Antonio Palomino a comienzos del siglo XVIII, ocultos desde el incendio de 1936 y ahora recuperados en buena parte.

Los ventanales, por ejemplo, han permanecido empotrados en los muros 540 años y los técnicos que trabajan en las labores de restauración han encontrado capiteles «perfectamente conservados» que el arquitecto Vila atribuye a Baldomar o Pere Compte.

La Catedral buscará los restos de la seo visigoda y la mezquita en el subsuelo.
Las obras para la ampliación del Museo Catedralicio van a brindar la oportunidad de excavar de nuevo en el subsuelo de la catedral, todo un santo grial para los arqueólogos. En la intervención, está previsto rescatar y hacer visitables los restos de la mezquita, del campanario del siglo XIII e incluso de la antigua catedral visigótica. Tras dos años tramitando los permisos ante la Dirección General de Patrimonio, el cabildo espera luz verde en breve.
Existen contados precedentes de excavaciones en la catedral. En los años sesenta se intervino en el exterior de la sala del Santo Cáliz, en la calle Barchilla, y en 2003 se hizo una prospección en la capilla de San José.

Según explica el arquitecto de la catedral Salvador Vila en una entrevista a la Revista de la Catedral, "lo mejor por descubrir" en la seo "está debajo del Museo Catedralicio y de la cripta de la capilla del Santo Cáliz". "En los subterráneos del museo, bajo el forjado, hay restos de la catedral más primitiva, restos visigodos y romanos, y también de la antigua mezquita, que seguramente estaba bastante próxima al crucero y presbiterio", apunta el arquitecto. 

Salvador Vila ha comprobado en persona la existencia de restos arqueológicos en el subsuelo del museo.La calle Barchilla, contigua a la fachada de la catedral donde está el museo, "se encuentra 3,6 metros por encima de lo que era la calzada romana, como se puede comprobar bajo el museo de la Catedral", explica.

La idea es recuperar estos restos y dejarlos a la vista integrados como parte del museo, según avanzaron fuentes de Avan a este diario. Hay mucho "entusiasmo" con esta intervención y la idea es "ponerla en marcha cuanto antes para hacer visibles los restos", añadieron las mismas fuentes. Los técnicos de Cultura han visitado varias veces la catedral para conocer los detalles del proyecto arquitectónico y, a priori, "no hay objeciones", asegura Vila. 

La ampliación del museo pasa por rehabilitar una planta superior encima de la actual y otra inferior. Para ello "habrá que excavar debajo porque hay muchos restos de la catedral primitiva y, quizás, de la mezquita".

La previsión es licitar la obra y dejar la intervención arqueológica en manos de los especialistas de la empresa adjudicataria.

De la mezquita mayor, que se erigió en el siglo VIII y sobre la cual se construyó la catedral, apenas existe información por lo que su localización sería un hallazgo de primer orden. 

Se espera que la excavación que promueve el cabildo de la catedral, pese a acotarse en un ámbito reducido como es el del museo, aporte más información sobre el conjunto episcopal cristiano del siglo VII de Valencia. A espaldas de la catedral, en el yacimiento de la Almoina ahora convertido en museo de las ruinas de época romana, visigoda y árabe, el Servicio Municipal de Arqueología localizó la estructura del baptisterio de la catedral visigótica.

El Servicio de Arqueología se ofrece a colaborar en la excavación de la Catedral.
El anuncio del cabildo de la Catedral de Valencia de que en breve empezarán a excavar el sótano del Museo Catedralicio en busca de los restos de la catedral visigoda y la mezquita fue bien acogido ayer por los arqueólogos de la ciudad, que consideran la Seo y su entorno una zona "muy interesante" desde el punto de vista arqueológico.

Se sabe que la mezquita mayor de Valencia se construyó en el siglo VIII aprovechando el edificio de la catedral visigoda como ocurrió con las mezquitas de Córdoba y Sevilla, pero no existe información material fiable sobre esta construcción que estuvo en uso desde el siglo VIII al XIII, apunta un arqueólogo experto en la época islámica.

Hace años, en la reforma del Palacio Arzobispal, los arqueólogos se toparon con un arco de yeso que podría atribuirse a la antigua mezquita. Es el único hallazgo relacionado con ella. Esta construcción es "una gran desconocida", apunta el jefe del servicio municipal de arqueología (SIAM) de Valencia, Albert Ribera.

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Aunque, a priori, la intención del cabildo es sacar a licitación el proyecto de ampliación del museo y dejar en manos de una empresa de arqueología la prospección en el sótano, el jefe del SIAM ofreció su colaboración a los responsables de la Catedral. 

Ribera ha dirigido varias excavaciones en el entorno de la Seo, la más importante, la del yacimiento de la Almoina donde se encuentran las ruinas de la ciudad fundacional romana. "Nosotros tenemos toda la información arqueológica de lo que rodea a la Catedral y tratamos de completar el mapa de la ciudad". 

Una de las zonas donde es seguro que se encuentran los restos del altar de la catedral visigoda y, según algunas hipótesis, la tumba de San Vicente, es el subsuelo de la plaza ubicada entre el museo de la Almoina y la catedral.
Según Ribera, en el sótano del Museo Catedralicio pueden aparecer restos más marginales del conjunto episcopal, así como ruinas de época romana e islámica.

En este sentido, apuntó que en un momento en que nadie excava en la ciudad es bueno que la Catedral emprenda este proyecto.

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