miércoles, 13 de febrero de 2013

Comunidad Valenciana. Pintadas que dañan el patrimonio histórico.


La oleada de vandalismo también ha llegado a l’Horta, donde en los últimos tiempos se han registrado un buen número de casos. En Silla, unos gamberros destrozaron por segunda vez en un par de meses las placas solares instaladas en el techo de los vestuarios del campo de fútbol para calentar el agua de las duchas. Acabaron con ellas a patadas y pedradas. La reparación exige 8.000 inalcanzables euros para un ayuntamiento en quiebra que opta, de momento, por dejarlas sin arreglar.

En Alfafar, el edificio del IES Jaume I, en desuso desde hace años, recientemente también fue víctima de los vándalos durante algunas semanas. En este caso, los gamberros se dedicaban a entrar de manera clandestina en el inmueble para destrozar ventanas, persianas y el poco mobiliario que aún quedaba, además de reventar los paquetes de alimentos no perecederos que el consistorio almacenaba para repartir a las familias más necesitadas.

Sabotaje al suministro de agua
En Paterna, el vandalismo ha atacado directamente a los contenedores de residuos y la red de suministro de energía. En el Barrio de la Coma muchos depósitos fueron incendiados en un constante goteo de siniestros que llevó de cráneo a Bomberos y Policía Local.

En Alaquàs, unos gamberros no dudaron hace un mes en atacar el patrimonio histórico local al realizar una pintada de más de seis metros de largo en uno de los muros del Castell, un edificio que data del siglo XVI. Como consecuencia de la agresión, el inmueble está siendo sometido a un complejo trabajo de limpieza. Y en Mislata, otros vándalos destrozaron a pedradas el Centro de Interpretación de la Huerta, una construcción que ni siquiera está inaugurada y cuyos ventanales han caído ya víctima de los comportamientos incívicos.

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