lunes, 18 de julio de 2011

Más de la mitad de los edificios que están obligados no pasan la ITE, o la suspenden

Las dos primeras convocatorias de la herramienta con las que el Ayuntamiento de Málaga busca controlar el estado de los edificios de la capital, la Inspección Técnica de Edificios (ITE), han concluido con la constatación de que de los más de 2.800 inmuebles obligados a superar este examen en 2008 y 2009 un 54% o no se han sometido al trámite o lo han suspendido al presentar deficiencias en sus instalaciones. El primer año en que se puso en marcha esta acción, las construcciones afectadas, con más de cien años o por estar protegidas, eran 2.073, a las que sumar otras 731 al año siguiente, con entre 75 y 100 años. El resultado constata que la intervención en ambas anualidades permitió examinar 1.551 (1.148 en 2008, y 403, en 2009), a las que agregar 280 que pudieron eludir la inspección por haber sido rehabilitadas con antelación.

Queda pues casi un millar de edificaciones que a estas alturas del proceso, varios años después de los plazos marcados legalmente, que aún no se han sometido al requisito de ser analizadas por profesionales en la materia. De los incumplidores, unos 650 inmuebles estaban obligados a pasar el trámite a finales de 2008, mientras que 290 corresponden a 2009.

Sin embargo, la inacción de estos propietarios no ha generado hasta el momento una intervención contundente por parte del Ayuntamiento, que tiene la posibilidad de imponer sanciones de entre 600 y 60.000 euros a aquellos que ignoren la norma. Antonio Román, uno de los técnicos municipales encargados de la ITE, admite que hasta el momento apenas se han fijado "poco más de 40 multas". El jefe del departamento de Arquitectura, Javier Pérez de la Fuente, justificó el escaso nivel de presión en que la finalidad del Consistorio no es "ser un ente de recaudación, sino el convencer a los propietarios de la necesidad de realizar las inspecciones".

Otra de las vertientes del análisis que se pueden hacer de los datos oficiales de Urbanismo es el relativo a las inspecciones realizadas que cuentan con luz verde, es decir, que corroboran el buen estado de las edificaciones, y aquellas que, por el contrario, tienen borrones en su situación. Román apuntó que de las inspecciones realizadas alrededor del 63% tienen informes positivos, mientras que hay 563 en los que los encargados han detectado desperfectos en su estado. Una circunstancia que, según explicó, obliga a la propiedad a pedir en la Gerencia de Urbanismo licencia de obras para acometer las mejoras necesarias, trámite que, según admitió, no cumplen todos los que debieran.

"Calculamos que el 75% de las ites desfavorables han solicitado licencia para hacer las reparaciones necesarias", aclaró. Otra cosa, como Román comentó, es que estas licencias acaben concluyendo con la ejecución de las obras para garantizar la buena conservación de los inmuebles. En este sentido, los propios responsables municipales confirman que hay un alto porcentaje de casos en los que no se tiene constancia de intervención alguna, a pesar de que desde que se expide el permiso se dispone de seis meses para su desarrollo.

¿Qué ocurre con los que no cumplen este requisito? Por el momento nada, puesto que como bien señalan desde el área de Arquitectura hasta ahora no se ha tramitado una sola sanción para los dueños de estos inmuebles. "Tenemos que hacer una labor de investigación de los edificios y visitarlos, ver si se han hecho o no las obras y enviarles notificaciones", apuntó.

A pesar de la diversidad de datos existentes tras los dos primeros años de la ITE, Pérez de la Fuente valoró el desarrollo de la misma, al tener porcentajes de actuación muy superiores a los que, por ejemplo, se obtuvieron en Sevilla cuando se puso en marcha el mismo mecanismo. Al tiempo, lanzó un mensaje para todos los que hasta el momento han huido de sus obligaciones, a los que recordó que no es lo mismo tener un coche en el garaje que un edificio en malas condiciones.

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