El Ayuntamiento de Tarazona va a
iniciar, en breve, varias obras de rehabilitación en el conjunto patrimonial de
la ermita de la Virgen del Río, de propiedad municipal, y que incluye un
edificio que actualmente acoge la sala de exposiciones “Tarazona Foto” y una
estancia en la que se encuentra parte del archivo municipal.
Según ha explicado el concejal de
Urbanismo, Luis José Arrechea, “con esta nueva obra queremos solventar los
problemas de humedades que presentan las fachadas de la también denominada
“Casa del ermitaño” y que provienen por su proximidad al río Queiles, con el
consecuente deterioro de los ladrillos que cubren estos muros”.
“Además estas fachadas- ha indicado
Arrechea- han sufrido tanto por la polución como por los agentes atmosféricos
una pérdida de su color original que nos gustaría recuperar con una profunda
limpieza al igual que los zócalos de las mismas que también se encuentran muy
deteriorados”.
También está previsto intervenir en
las piezas de alabastro que conforman las cuatro linternas de la ermita que se
encuentran rotas y que provocan goteras en el interior de la zona de culto de
la ermita, en donde también se va a arreglar el púlpito y se renovará el
sistema de climatización, “que funciona de manera muy deficiente”, ha
manifestado Arrechea.
En la actuación también se ha previsto
varios cambios en la carpintería exterior y en la cerrajería, tanto de la zona
expositiva como en el archivo, así como la reposición y supervisión de las
cubiertas exteriores.
Así mismo con esta obra se quiere
independizar de manera efectiva ambos espacios que ahora sólo les separa una
reja así como instalar sistema contra incendios en la zona del archivo.
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En la zona expositiva se va a
intervenir en las paredes interiores ante la humedad que presenta en las que se
observan varios desconchones.
Según la memoria redactada por los
servicios técnicos municipales, el presupuesto de la obra podría estar en torno
a los 80.000 euros, que, en su mayor parte, se financiarían con ayudas de la
Diputación de Zaragoza.
Ya en el año 2011, en la zona de culto
de este edificio, el Ayuntamiento realizó diferentes mejoras tanto en el
exterior como en el interior, en donde se colocó un nuevo pavimento, se
rehabilitó la zona de la sacristía, se eliminaron humedades en sus muros y se
restauró el pórtico de entrada.
El edificio se construyó en 1672 y se
trata de un templo de proporciones modestas, de estilo clasicista. Desde
entonces el entorno urbano del santuario ha sufrió notables modificaciones,
primero con la construcción de la actual Plaza de Toros Vieja (1789-1792) y, con
posterioridad, del matadero municipal, que, entre 1840 y 1986, envolvió
totalmente la zona de la cabecera. A partir de mediados del siglo XX han
proliferado las viviendas particulares. De hecho, sólo pervive como espacio sin
ocupar una parte del antiguo Prado de la ciudad, transformado en el Parque de
Pradiel y Paseo Gabriel Cisneros.
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