La junta de propietarios del edificio
Albia ha decidido acometer por fases la rehabilitación de las fachadas del
centro de negocios. La reunión, que tuvo lugar el jueves, se saldó con dos
conclusiones. La primera y más urgente, acometer las primeras obras que eviten
los desprendimientos que se están reproduciendo desde el pasado verano y cuyo
riesgo sobre los transeúntes se ha evitado colocando varios andamios y
cornisas. La segunda es iniciar el año que viene la reforma integral del
exterior del edificio, pero poco a poco. El elevado coste de la remodelación
completa del gran edificio que se asoma a la ría de Bilbao hace imposible que
sea asumido de una sola tacada.
Tal y como informaba la semana pasada
DEIA, la caída de varias losetas en la zona que corona el edificio en verano
obligó a la comunidad de vecinos a colocar varios andamios de protección.
Según indica Juan Antonio Hernando,
directivo del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, y presidente de la comunidad
de propietarios en representación de la mencionada entidad pública, "el
coste aproximado que se ha concretado se eleva a 1,3 millones de euros y es una
cantidad que no se puede asumir a la vez".
INFORME ESPECIALIZADO Por ello,
los dueños de los dos edificios que componen el complejo de oficinas de Albia
han decidido encargar un informe al estudio de arquitectura Sans Gironella en
el que se concreten las mejores opciones para acometer la reforma de la piel
del rascacielos y del edificio de ocho plantas contiguos.
Este informe se prevé que estará
concluido para la próxima primavera y en el mismo se concretará también el
decalaje de las fases a acometer. Hernando aclara que "el informe
concretará las diferentes fases, pero se irán acomentiendo los distintos
trabajos por años para poder asumir el coste". Así, por ejemplo, en un
principio se acometería la solución que se aporte para reformar las paredes o
paños de las cuatros fachadas del inmueble mayor. Después, se procedería al
cambio de las decenas de ventanas y balcones que salpican las cuatro paredes
exteriores, y finalmente se podría asumir la eliminación de los aires
acondicionados que afean las fachadas para su traslado al interior de los
patios o encima de la cubierta del edificio. El orden en que se ejecutarán las
distintas fases de arreglo y cómo asumirlas se determinará en el mencionado
estudio por redactar.
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La intención del estudio de
arquitectura Sans Gironella, ubicado en el mismo rascacielos objeto de la
reforma, es asumir una reforma de fachadas que sea eficiente energéticamente y
que pueda recuperar para el siglo XXI el viejo complejo de oficinas inaugurado
en 1970.
DISTINTOS MATERIALES Las opciones
son varias en base a los distintos materiales que usan en la actualidad los
arquitectos. La piel exterior del edificio se puede componer de mallas
metálicas perforadas, similares a las colocadas en el edificio de la UPV
inaugurado este curso al lado de San Mamés para los estudiantes de Ingenierías
técnicas, hasta una fachada ventilada de vidrio, pasando por la colocación de
paneles de colores. Materiales como Trespa o aluminio y plástico posibilitan
vestir las fachadas con diferentes combinaciones de colores que, además de dar
una imagen moderna al edificio, permiten un mantenimiento casi inexistente.
Esta última fórmula ya ha sido utilizada en otros viejos edificios urbanos o
pabellones industriales para su modernización.
Pero mientras se analiza cuál es la
mejor opción calidad-precio, en el mes de enero comenzarán los trabajos para
restituir todo el zócalo inferior del rascacielos, dos plantas de altura donde
se ubican sendos pisos de garajes y que son las que más riesgo corren de
desprenderse. También se anclarán las losetas de las dos últimas plantas del
edificio para evitar su caída, sobre todo cuando se registren fuertes rachas de
viento. Estas dos labores supondrán un desembolso de unos 275.000 euros, según
adelanta el presidente de la comunidad.
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