a Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz
ha puesto en marcha una reducción de las tasas y de los trámites
administrativos para los proyectos de rehabilitación. Con esta medida, el
concejal del área y teniente de alcalde, José Ángel Martín Bethencourt,
pretende recuperar los edificios históricos y ayudar al sector de la
construcción a paliar su desplome como consecuencia de la burbuja inmobiliaria.
Las rebajas llegan a ser de más de la
mitad en algunos tramos de los impuestos que cobra el Ayuntamiento por conceder
las licencias para las reparaciones en viviendas protegidas. Por ejemplo, según
las nuevas tablas aprobadas por la Gerencia, ahora se pagará 160 euros por una
reparación de menos de 12.000 euros, mientras antes había que abonar 464 euros.
Para hacer actuaciones puntuales en
los inmuebles protegidos con alguno de los grados recogidos en el catálogo
municipal, hasta ahora se exigía el proyecto de un arquitecto, visado por el
Colegio y con permiso de obra mayor. Ahora se reducen todos esos trámites y se
equiparan a los de una obra menor. No hará falta toda esa documentación y se
agilizará así la concesión de los permisos.
Esta es una de las reformas que ha
llevado a cabo Urbanismo para fomentar la recuperación de los edificios con
valor patrimonial, especialmente en los centros históricos de El Toscal,
Antiguo Santa Cruz y Barrio de los Hoteles. "Hemos querido empezar primero
con dar facilidades a los propietarios para que arreglen sus casas y en los
próximos meses iremos aprobando los Planes Especiales de cada zona que terminen
de dar seguridad jurídica a los dueños de estos edificios y ordenen la forma en
que deben ser rehabilitados estos lugares", indicó el edil socialista.
El catálogo de edificios y espacios
protegidos de Santa Cruz va a pasar de los 1.041 inmuebles con que cuenta
actualmente, según el Plan General de Ordenación (PGO) de 1992 vigente, a los
755 de la revisión del planeamiento pendiente de aprobación. Se eliminan los
que han perdido valor o estaban mal catalogados pero se incorporan algunos cuyo
valor aconseja su protección. Las nuevas inclusiones corresponden a edificios
como Catcisa, Financiera, Chasyr, Los Patios o El Faro, y a las casas Luvic,
Hitz, Real Díaz, Hernández-Francés y un grupo de viviendas escalonadas.
El ámbito en el que se amplía o
precisa aún más la protección del patrimonio es sobre todo El Toscal, donde se
incluye además de la Ciudadela, varias viviendas de la calle Santiago, el
pasaje Santa Marta y las casas de los pasajes Pisaca y Ravina. Se incorporan
además la calle de La Noria y transversales que coinciden con el perímetro del
entorno de protección de Bien de Interés Cultural (BIC) del conjunto histórico
Antiguo Santa Cruz, y las calles Álvarez de Lugo y Jesús y María, incluidas en
el perímetro del entorno de protección del BIC del Barrio de Los Hoteles-Pino
de Oro y determinado como ámbito protegido dada la cantidad de ejemplos de
arquitectura racionalista de Santa Cruz.
La reducción de tasas y requisitos
administrativos tiene otro fin, según José Ángel Martín: "Ayudar a la
recuperación del sector de la construcción". "La obra nueva está
parada, sobre todo la de viviendas. Ahora no se construye, aunque haya dinero
para hacerlo, que lo hay, porque no se vende vivienda y porque hay un stock tan
grande sin estrenar que el mercado está colapsado", añade.
Las estadísticas lo corroboran. El
Colegio de Arquitectos ha pasado de visar obras por un valor de 148 millones de
euros en 2007 en la capital a 11 millones en 2012, un descenso del 92%. La
única escapatoria de las constructoras es la rehabilitación.
2.181 euros por una obra de más de
600.000
"Muchos empresarios, arquitectos
y aparejadores se han quedado en paro y la rehabilitación es su salida".
Por eso, el concejal de Urbanismo de Santa Cruz asegura que va a seguir tomando
medidas para facilitar las cosas a este subsector, del que depende la capital
tinerfeña para recuperar muchos de los inmuebles de mayor valor que están
amenazados por el abandono.
Martín Bethencourt asegura ya han
llegado los primeros proyectos que se han beneficiado de las nuevas tasas más
baratas para hacer obras como reparar un baño, una fachada o el edificio
completo. A partir de ahora, los precios bajan a más de la mitad en algunos
tramos para los inmuebles protegidos. Para sacar una licencia básica para un
proyecto de menos de 12.000 euros, hay que abonar 160 euros; para una inferior
a los 20.000 euros, 280 euros; inferior a 30.000 euros, 464 euros; a 60.000
euros, una tasa de 654 euros; por debajo de 150.000 euros, 1.308; de 600.000,
2.181; y de más de 600.000, 2.878 euros.
Los constructoras hace tiempo que se
dieron cuenta de que la rehabilitación de viviendas con valor patrimonial es su
salida y, de hecho, se nota en los propios datos estadísticos. El año pasado,
de las aproximadamente 150 licencias para reformas que concedió Urbanismo, la
mitad eran para actuaciones en alguno de los edificios catalogados por el
Ayuntamiento, una cifra que va en alza por el parón de la construcción de
vivienda nueva.
La Opinión
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