Desde que el Ayuntamiento pusiera en
marcha la Inspección Técnica de Edificios (ITE) hace cinco años, han sido ya
623 los inmuebles que se han sometido a un expediente dentro de la citada
revisión, que tienen por objeto evaluar el estado de los edificios con más de
50 años de antigüedad y los que tienen un determinado grado de protección.
Desde el año 2007, 21 de los
expedientes tramitados se han realizado en fincas que gozan de protección
integral, otros 33 se han llevado a cabo en inmuebles con protección global y
otros 78 se han realizado en edificios con protección estructural. El resto,
hasta 491, corresponden a fincas con más de 50 años de antigüedad.
Según los datos aportados por la
Concejalía de Vivienda, en lo que va de año se han cerrado ya 55 inspecciones,
de las cuales 26 resultaron favorables y el resto, 29, desfavorables. Los
expedientes favorables deben realizar una nueva revisión al cabo de diez años,
mientras que los desfavorables se trasladan al servicio municipal de Disciplina
urbanística para el requerimiento y subsanación de las obras necesarias que se
reflejen en la inspección.
El expediente se puede iniciar a
instancias del interesado o bien por parte del Ayuntamiento, que comunicará por
carta el inicio de expediente requiriendo al interesado para que presente la
ITE, o bien alegue que ya ha cumplido con esta obligación, por ejemplo al haber
realizado obras de rehabilitación en su finca.
Una vez comunicado el inicio del
expediente, se da un plazo de 3 meses para que el propietario realice la ITE,
contratando un equipo formado por un arquitecto y un arquitecto técnico. Si
transcurrido dicho plazo el requerimiento no es atendido, se podrá iniciar
expediente sancionador al propietario con multas de 450 euros, que pueden
llegar a ser hasta tres multas, dando nuevos plazos entre ellas para la
realización de la ITE. Si aún así el propietario no la realiza, el Ayuntamiento
la podrá realizar de forma subsidiaria, repercutiendo después el coste a los
propietarios.
La mayoría de las actuaciones que se
están desarrollando dentro de la ITE tienen como escenario el Barrio Alto y el
Casco Histórico, aunque es de aplicación en todo el término municipal.
Desde la Concejalía de Vivienda
destacan que este servicio ha permitido que los propietarios de fincas den el
paso y lleven a cabo la inspección, mejorando así las condiciones de seguridad.
La ITE pretende ser un mecanismo
preventivo en manos de los propietarios de viviendas, de manera que se
garantice la estabilidad del edificio y por tanto su durabilidad y seguridad,
se evitan reclamaciones de terceros ante hipotéticos daños derivados del mal
estado del edificio y se reducen los consumos energéticos.
La ITE debe ser realizada por un
técnico competente y con una visión global por lo que, en caso de ser
necesarias, las inversiones en reparación y mantenimiento serán más eficaces y
rentables, según destacan desde Vivienda.
Con ello se consigue además
"evitar la depreciación de los edificios manteniendo o aumentando su valor
de mercado y mejorando las expectativas de alquiler o venta, ya que una ITE
favorable constituye una garantía para vendedores, compradores o
arrendatarios", señalan desde el Ayuntamiento.
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