El edificio de Cimadevilla en cuyo
bajo permaneció 28 años el pub Escocia iniciará esta semana su rehabilitación
integral para albergar dos apartamentos y un pequeño local comercial, con
aproximadamente la mitad de la superficie que ocupaba el emblemático
establecimiento hostelero en la esquina de Fermín García Bernardo con la calle
Vicaría.
En realidad el proyecto, redactado por
el estudio de los arquitectos Ángel Mayor y Ramón Palat, plantea una
reestructuración del inmueble, que es la única solución que los técnicos
consideraban razonable para conservar con garantía un edificio con nivel de
protección ambiental que sólo afecta a las fachadas. De hecho, la propia ficha
del catálogo urbanístico vigente autoriza el vaciado de todo el interior. Y a
esa tarea es a lo que se aplicará durante los próximos meses la empresa
Construcciones VIR en el solar delimitado por las calles Vicaría, Emilio
Olavarría y Fermín García Bernardo. Un solar donde, como es preceptivo en
cualquier obra nueva que se desarrolle en el barrio alto, habrá que realizar excavaciones
arqueológicas por si aparecen restos del pasado romano gijonés.
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El vaciado del edificio obliga a la
propiedad a reconstruir y conservar elementos protegidos del inmueble, que son
los constitutivos de los cerramientos exteriores originales (fachadas,
incluidos sus revestimientos y elementos decorativos, carpintería exterior,
antepechos de forja y cornisas).
Las actuales propietarias, las
hermanas Luisa y Eva Hernández Piñole, desean mantener el uso de vivienda en
las plantas altas y de local comercial en planta baja. Sin embargo, de acuerdo
con el proyecto aprobado por el Ayuntamiento este espacio comercial resultante
será de reducidas dimensiones (menos de 30 metros cuadrados), ya que parte de
la planta baja y los altillos que ocupaban el viejo Escocia se utilizarán para
las necesidades de ubicación del nuevo portal y el hueco para la escalera con
ascensor, con el fin de adaptar la reconstrucción del edificio a los
requerimientos de la normativa actual. En concreto, el área reservada a bajo
comercial quedará limitada al frente que da a la calle de Fermín García
Bernardo, junto a la Escuela de Práctica Jurídica. Por ese motivo el retorno
del pub Escocia (en la Ruta de los Vinos desde el verano de 2011) se antoja
complicado.
Permanecerá el color albero
La intervención en el edificio borrará
cualquier rastro de la presencia del Escocia en las fachadas. Así, según
confirmó el arquitecto Ángel Mayor Villarejo, se retirarán el mítico escudo del
pub y los adornos de madera que decoraban el exterior del inmueble obra del
afamado artista Navascués. Todo porque el catálogo urbanístico obliga a
devolver las fachadas a su aspecto primigenio y rechaza las adherencias a la
misma que se hayan podido hacer con el paso del tiempo. Sí parece que se mantendrá,
no obstante, el color albero de la fachada. Y la novedad es que en planta baja
se instalarán tres nuevas ventanas para favorecer la iluminación natural del
nuevo portal, ya que así lo ha autorizado el Consistorio.
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El grave deterioro del inmueble que
esta semana inicia su rehabilitación obligó a su desalojo en junio de 2010. El
único inquilino por aquel entonces era el emblemático pub, que con anterioridad
fue boîte, ya que las viviendas de las plantas superiores llevaban años
deshabitadas y en un estado deplorable. Y las vigas de madera de la cubierta se
habían podrido y venido abajo.
El Ayuntamiento abrió entonces un
expediente ante la petición de la propiedad para declarar en ruina el número 2
de la calle de la Vicaría (esa es su dirección) y poder proceder a su
demolición. De hecho, las hermanas propietarias llevaban intentando que el
Consistorio hiciera caso a su petición desde 2006 y al final tuvieron que
pleitear para conseguir su objetivo. Entre tanto, como medida de urgencia, ante
el riesgo de derrumbe del inmueble, se procedió a apuntalar el interior y a
arriostrar la fachada.
El estudio de arquitectura de Mayor y
Palat, responsable del actual proyecto de rehabilitación, tuvo que presentar
abundante documentación fotográfica y planimétrica para persuadir al
departamento de legalidad urbanística del Ayuntamiento y al arquitecto
municipal del área que el edificio incumplía todo requerimiento normativo de
accesibilidad, habitabilidad, salubridad, seguridad y estabilidad.
La empresa que acometerá la
reestructuración de este centenario edificio de Cimadevilla, VIR, también
desarrolló la rehabilitación del inmueble anexo, la Escuela de Práctica
Jurídica, hace ahora una década.
De
mediados del siglo XIX y recrecido en torno a 1942
El arquitecto Ángel Mayor Villarejo ha
podido saber por boca de las actuales propietarias que esta edificación de
Cimadevilla, contigua al edificio Paquet del Muelle, tuvo su implantación en
torno a 1850, aunque este dato no se ha podido comprobar documentalmente. Según
los datos registrales recabados, en su origen fue un inmueble de planta baja,
principal y desván que en 1903 pertenecía en dos sextas partes a los herederos
de Romualdo Alvargonzález Sánchez y en las cuatro restantes a los herederos de
Baldomera García Baones. Según ha podido averiguar Mayor Villarejo, el edificio
fue ampliado en una planta en torno a 1942, fecha en que ya eran propietarias
María Nieves Martínez Rodríguez y Nieves Piñole Martínez. En 1963 ya contaba
con la configuración actual de plantas baja y altillos que heredaría el
Escocia.
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