La Fundación Santa María de Albarracín
ha informado de que los trabajos de restauración de la muralla de la localidad
de Albarracín (Teruel) están a punto de concluirse, tras cinco meses de
intervención, incluida su excavación.
La Fundación ha informado
en una nota de prensa que gracias a esta restauración "se conoce con
claridad la trayectoria que siguió en la edad media este muro defensivo".
Así, en la embocadura de
acceso a la torre Blanca "se presenta, inesperadamente, un considerable
pliegue que conecta con los muros de mayor entidad conservados, y pendientes de
restaurar, que recorren el mismo escarpe del meandro, circundando la mencionada
torre".
Este nuevo nudo de unión
"despierta nuevas incógnitas sobre la posible existencia de un portillo de
acceso al río, incluso la posible configuración de un torreón, cuyo pliegue
descubierto seria uno de sus posibles flancos". Al respecto, la Fundación
ha precisado que "la continuidad de esta restauración y su pertinente
excavación despejará las dudas".
En la actual
intervención, se han recuperado unos 95 metros de muralla, entre el museo de
Albarracín y el camino de acceso a la torre Blanca, en dos fases anuales
consecutivas de unos 30 y 65 metros, respectivamente.
La muralla tiene gran
anchura y su muro exterior es el que ha recrecido, hasta configurar un pretil
de seguridad, "con el que se lee perfectamente el trayecto y recorrido que
seguía la muralla antigua". Este muro conecta con un andador, marcando la
anchura y limite total de la muralla restaurada, y cuyo núcleo lo constituyen
los restos de la muralla encontrada.
TRAYECTORIA ORIGINAL
El recrecido de este
nuevo muro, a veces con altura que superan los 4,5 metros, se ha realizado
siguiendo la trayectoria original de la muralla medieval, de manera que por
necesidad, se ha ampliado hacia el corte del río el espacio útil de la zona, en
la anchura total de la obra ejecutada.
"Esto implica que
incluso el terreno ajardinado que existía anteriormente como límite, aún con
nuevas especies, ha podido igualmente respetarse, integrándose en la
presentación actual", han precisado desde la Fundación.
Además, han apuntado que
"ha podido recuperarse incluso un retazo que apareció debajo de los muros
del museo de la ciudad, de unos tres metros cuadrados de superficie, muy
deteriorados, sobre los que se levantó en su día, el muro del patio del museo
de Albarracín".
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Estos restos también han
perdido su capa externa, "por lo que se halla muy disgregado el material
de unión de los bloques de la vieja muralla, colonizado además por la
vegetación natural".
Actualmente, se está
recomponiendo la perdida esquina de unión entre la vieja muralla y el lienzo
recompuesto en la actualidad, "dando una eficiente consistencia a todo el
muro, en un punto de especial debilidad".
La Fundación ha explicado
que, en conjunto, esta restauración ha supuesto la reaparición del perfil de la
vieja muralla dando una nueva imagen a este particular espacio del barrio de
San Juan.
"Es un paisaje más
cercano al original", en el que predomina el cañón del río, como todo el
perímetro de Albarracín, que reaparece cada vez más estrechado por el pretil de
la vieja muralla "ahora un poco más restaurada".
En el espacio verde que
acompaña la nueva fábrica, se van a reinstalar algunos cedros que hubo que
eliminar por estar justo encima de la excavación arqueológica realizada
previamente, así como un corredor se sabinas rastreras "un tanto mas
acordes con el paisaje calizo de estas laderas del Guadalaviar".
El proyecto comenzó hace
ya unos años con la recuperación paisajística del acceso al castillo y el
aparcamiento que se localiza a su pie y continuó con la intervención del tramo
de muralla que se localiza entre la catedral y el torreón que da acceso a este
aparcamiento.
Después, se han realizado
las obras que ahora finalizan, todo ello gracias el apoyo de la Dirección
General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, han concluido desde la Fundación
Santa María de Albarracín.
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