Las asociaciones Madrid,
Ciudadanía y Patrimonio (M.CyP), Grupo de Estudios del Frente de
Madrid (Gefrema) y la Asociación de
Vecinos de Carabanchel Alto denuncian que una pala
retroexcavadora está acabando con un edificio singular de la capital desde el
punto de vista histórico y arquitectónico: el Cuartel del Batallón de Zapadores
de Campamento. Según sostienen, el inmueble, que pertenece a Sepes (Entidad
Pública Empresarial de Suelo, dependiente del Ministerio de Fomento), está
protegido dentro de los planes de actuación urbanística de la llamada Operación
Campamento. El Ayuntamiento de Madrid, queadmite que
está "parcialmente protegido", alega que tenía peligro de
derrumbe y que por eso ordenó a Sepes demolerlo.
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"Los
obreros empezaron a derrumbar el edificio el pasado miércoles y la explicación
que nos dieron es que la demolición se debe a la ruina inminente del
cuartel", explica a este periódico Luis de Vicente, arquitecto y
vicepresidente de Gefrema. Este arquitecto y Vicente Patón, presidente de
M.CyP, anuncian que llevarán su denuncia "a los organismos y entidades
responsables de este derribo, exigiendo las responsabilidades derivadas de esta
desacertada actuación". Juan García, de Ecologistas en Acción, añade que
la semana pasada también se derribó una capilla en estos terrenos. "Ha
sido una vejación absoluta por parte de la Administración. Han dejado que el
edificio se deteriore durante todos estos años sin hacer nada", lamenta
García, que la
propiedad está llevando a cabo la demolición del edificio y reconoce que
"está parcialmente protegido". Según dicho portavoz, tras la última
inspección técnica del Consistorio se "declaró el inmueble en ruina
inminente". El informe de Urbanismo, elaborado a raíz de "denuncias
de particulares" por el estado de abandono del inmueble según el Ayuntamiento,
hablaba de riesgo de hundimiento de la cubierta, corrosión en viguetas,
desprendimientos en fachadas y gran cantidad de escombros acumulados, sobre
todo en las plantas superiores, entre otras deficiencias. Teniendo en cuenta
además que se encuentra pegado a la carretera de Extremadura, "se dictó
orden de demolición".
Tiene además, según las mismas fuentes
municipales, un expediente municipal abierto desde 1999 tras una intervención
de los bomberos por un desprendimiento y el Ayuntamiento ha emitido diversos
requerimientos para que se proceda a su mantenimiento, que no se han ejecutado.
Al respecto, una portavoz de Fomento indica que "a finales de octubre se
recibió el requerimiento" del Ayuntamiento en el que se le ordenaba actuar
"ante la declaración del edificio en estado de ruina física
inminente" y Sepes actuó de urgencia "para resolver esta
emergencia".
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El cuartel que está siendo demolido,
en el kilómetro ocho de la A-5 y también conocido como Pabellón de Muñoz
Grandes, fue construido en la década de los años veinte y llevaba años
desocupado. Según el catálogo de edificaciones singulares del Colegio oficial
de Arquitectos de Madrid, se trata de una “obra de reconocido valor e interés
histórico" que presentaba "un vergonzante estado de negligente
degradación, con una magnífica fachada al paseo de Extremadura, de elaborada y
notable traza y estimable fábrica de ladrillo”.
Fue testigo de
acontecimientos ligados a la sublevación militar de julio de 1936. Fue el lugar
elegido por el general Miguel García de la Herrán para iniciar la marcha sobre
la capital en conexión con los sublevados del Cuartel de la Montaña. La
reacción de la aviación de Getafe y Cuatro Vientos, junto a la de los leales a
la República en Campamento abortó la marcha.
Según las
entidades denunciantes, este cuartel "siempre ha destacado por su peculiar
valor dentro del conjunto de los anodinos pabellones militares que inundan esa
zona y sin mayor valor arquitectónico que los meros de funcionalidad
militar", muchos de ellos, añaden, ya derribados. Destacan además que en
el plan parcial de reforma de los cuarteles de Campamento del año 2006 incrementó el nivel de protección de la Torre
del Polígono de experiencias y del Pabellón de Muñoz Grandes, que pasaron de
"nivel 3 grado parcial, a nivel 1 grado singular y nivel 2 grado
volumétrico".
Recuerdan que
en reuniones de esa época de la Comisión Institucional de Patrimonio Histórico
Artístico y Natural, organismo consultivo que vela por el patrimonio
arquitectónico de la Comunidad de Madrid, se trató este asunto y se observaba
"el desvío y/o enterramiento de la autovía que resultara con el fin de
respetar este edificio", por lo que "se entendió que el edificio
quedaba a salvo de la piqueta". Sin embargo, agregan en un comunicado, la
demolición muestra "la incapacidad de la Administración en respetar las
normas que ella misma establece" puesto que "se está vulnerando"
el Plan Parcial y se está atentando "contra un edificio singular de manera
incomprensible".
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