Los ocho municipios de Castellón con
más de 25.000 habitantes, afectados por la nueva normativa, que exige a los
propietarios de inmuebles de más de 50 años a pasar la inspección técnica de
edificios (ITE), se encuentran redactando la nueva ordenanza municipal que debe
velar por garantizar la seguridad de las construcciones y evitar derrumbes.
Para ultimar la norma los
ayuntamientos de Castellón, Vila-real o Burriana están a la espera de que la
Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) les remita la ordenanza
tipo, una especie de modelo a seguir, para poder homologar la normativa con
otros municipios de las mismas características. Para acelerar los trámites, los
ocho municipios afectados están en contacto con los colegios técnicos profesionales
para poder llegar a convenios y acuerdos a la hora de poner en marcha estos
controles de edificación. De todos modos, el coste que las revisiones supondrá
a los vecinos preocupa a los alcaldes, por lo que, el primer edil de Vila-real,
José Benlloch, ya ha anunciado que pedirán al Gobierno central y autonómico
ayudas para las inspecciones
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