El informe elaborado por la Comisión
Municipal del Patrimonio Histórico-Artístico concluye en su propuesta de
intervención en la muralla medieval que se desplomó el pasado mes de abril que
las lluvias fueron las causantes del suceso, en el que cayeron parte de veinte
metros lineales de muro sobre la calle Arcadas de Zaragoza.
Así, indica el documento, "ante
las incesantes lluvias de los meses de enero, febrero y marzo y debido a la
degradación del mortero de yeso y la consiguiente pérdida de cohesión de las
fábricas, se ha originado el deslizamiento en bloques de las fábricas y su
desplome parcial", detalla de forma literal el documento, que está
acompañado por balances de la Agencia Estatal de Meteorología.
La propuesta de intervención, firmada
por la arquitecta jefe municipal, Úrsula Heredia, no está cuantificada
económicamente en ninguna de las dos opciones que plantea. La primera levantar
la muralla y tres contrafuertes y, la segunda, añadir a estos trabajos la
construcción del muro interior que se encontraba en la configuración histórica
del amurallado medieval de la ciudad. De este modo, se recuperaría el llamado
camino de ronda, la vía de vigilancia.
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