En la comarca de la Safor, en los
últimos años las distintas administraciones han llevado a cabo importantes
obras en el patrimonio histórico. Prueba de ello es el proceso, ahora
ralentizado por la crisis, para recuperar distintas estancias del antiguo
monasterio de Santa María de Valldigna, que figura en el Estatut d´Autonomia
como el referente cultural y espiritual del antiguo Reino de Valencia. Los
trabajos que ahora están en marcha afectan al Palau de l´Abat, una de las más
bellas estancias que los visitantes podrán recorrer en poco tiempo.
Aunque está mejor conservado, menos
suerte ha tenido el monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, de propiedad privada,
que sigue esperando desde hace décadas que alguien se interese para adecentar
algunas estancias. Este cenobio de jerónimos, fundado en 1388 por el duque real
Alfons el Vell de Gandia, requiere una profunda actuación de consolidación y
restauración que no se ha producido pese a que se abrió al público hace unos
años tras mucha insistencia por parte de entidades culturales, ayuntamientos y
partidos políticos.
En la ciudad de Gandia también hay
luces y sombras respecto al patrimonio. Durante las últimas décadas el
ayuntamiento, junto a otras administraciones y particulares, ha invertido
decenas de millones de euros en edificios emblemáticos. Ahí están, por citar
los más conocidos, el Palau Ducal, la Seu Colegiata, la antigua Universidad
Jesuística (hoy Escuelas Pías), el antiguo hospital de Sant Marc, la iglesia
del Beato, el Castell de Bairén o la coqueta ermita de Sant Antoni.
Entre las sombras, siguen esperando
las ermitas de Sant Vicent (aprisionada entre naves de un polígono industrial)
o la de Martorell, que los documentos históricos atribuyen a un familiar de
Joan Martorell, el autor del Tirant lo Blanch. Este edificio, en estado de
ruina, tiene incluso un requerimiento por parte de la Generalitat para que se
ejecuten obras urgentes de consolidación, pero hasta el momento no se ha
anunciado ningún proyecto.
Varias alquerías, entre las que
destacan las del Gall y les Boles, tienen proyectos de restauración, pero están
pendientes de las obras de una urbanización.
Tampoco hay proyecto de restauración
para la Alqueria de la Torre dels Pares, uno de los más notables elementos de
arquitectura rural de toda la comarca de la Safor, que incluye algunos
elementos construidos durante el dominio andalusí de esta comarca.
En cuanto a los déficits, también destacan los castillos, muchos de ellos antiguas fortalezas construidas entre los siglos XI y XII, que amenazan con desplomarse en los puntos más vistosos y elevados de algunas montañas.
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