Sus 119 metros de altura lo convierten en el edificio más alto de Galicia. La torre Hercón (José Antonio Franco Taboada, 1973-1975) hinca sus raíces en la calle Costa Rica, una zona demasiado urbanizada que quizás impide que destaque lo suficiente. Desde principios de año, unos andamios recubren la fachada ante la inminente reforma que se va a acometer en este rascacielos coruñés.
Los trabajos, que se prolongarán como máximo 36 meses, aunque esperan reducir el plazo a 24, consistirán en la rehabilitación de la estructura y cornisa del edificio, que se encuentra «muy deteriorada» debido al salitre, al mal tiempo y al paso de los años. Desde la empresa Reycons, que ya ha ejecutado esta operación en otros edificios de la ciudad, señalan que estos trabajos son habituales, salvo raras excepciones, en edificios con estructuras de hormigón de más de 30 años, como es el caso. Después de este tiempo, se produce corrosión en la armadura, que hace que el hierro aumente de volumen y empuje hacia afuera el hormigón, lo que podría ocasionar, como así ha sido, el desprendimiento de cascotes. Concretamente, se tomarán medidas para proteger, impermeabilizar y decorar la fachada. Aunque se han acometido varias reparaciones puntuales, esta es la segunda reforma integral a la que se somete el edificio. Desde la empresa confían que «hasta dentro de 30 años no sea necesaria otra».
Caída de cascotes
En el 2009, a raíz de la caída de cascotes desde la cornisa, la comunidad de vecinos decidió encargar varios informes para valorar la situación del inmueble. Uno de ellos fue elaborado por Juan Pérez Valcárcel, catedrático de Estructuras de la Universidade da Coruña. En el documento se recogía que el edificio estaba «muy deteriorado», sobre todo la cornisa superior, y que corría riesgo de desprendimiento. Aunque constaba que en la fachada también se habían detectado desperfectos, Valcárcel incidió especialmente en la necesidad de «reparar urgentemente» las plantas superiores y a largo plazo la fachada. El catedrático explica que el edificio está construido íntegramente de hormigón, «y el hormigón no es un material eterno».
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