¿Vale la pena conservar la cornisa de la sede de la Cámara de Comercio como parte de un edificio protegido, o es mejor tirarla abajo después del desprendimiento de la noche del domingo? Desde la Cámara parecen tener claro que lo mejor es tirarla, y van a pedir la descatalogación de protección de la cornisa para proceder a su derribo, mientras que desde el Ayuntamiento la cosa no está tan clara y se ha considerado que lo primero es reparar los destrozos y garantizar la seguridad pero "conforme a las condiciones que impone la catalogación como edificio protegido" tal como señaló ayer la concejala de Conservación de Inmuebles, Oti García Pertusa.
Este incidente podría provocar un enfriamiento de las relaciones entre ambos organismos teniendo en cuenta, además, que en un comunicado, los dirigentes de la Cámara dijeron haberse enterado del desprendimiento de parte de la cornisa ayer por la mañana "a través de los medios de comunicación" pese a que el accidente se produjo alrededor de las nueve de la noche del domingo. Lo habitual en este caso hubiera sido que desde el Ayuntamiento se hubiera alertado a la entidad de lo ocurrido dado que, además, la propia alcaldesa se personó en el lugar poco después del desprendimiento.
Ayer la calle Cervantes se abrió a la circulación después de que por la mañana los bomberos volvieran a sanear la cornisa del antiguo hotel Palas tras el desprendimiento ocurrido el día anterior. Tal como recogió ayer este diario, el domingo sobre las nueve de la noche cayeron unos 60 kilos de cascotes procedentes de dos metros y medio de cornisa de la fachada de la calle Cervantes sin que se tuvieran que lamentar daños personales. Según indicó ayer el concejal de Seguridad, Juan Seva, los Bomberos y técnicos de Conservación de Inmuebles acudieron a revisar la zona instando además a la Cámara a adoptar medidas para evitar nuevos desprendimientos.
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Se trata de la segunda vez en dos años que ocurre una situación similar ya que en abril de 2010 cayó otro trozo de cornisa. Ante esta situación, desde la Cámara se considera imprescindible derribar el alero para lo cual van a solicitar al Ayuntamiento que se descatalogue la protección de la cornisa y poder proceder así a su derribo al tratarse de un edificio protegido.
Red protectora
La Cámara de Comercio, a través de su comunicado, recordó ayer que "en su día solicitó demoler y reconstruir fielmente todo el edificio con nuevos materiales, pero los técnicos de Ayuntamiento y Generalitat alegaron la protección patrimonial para impedir dicha posibilidad". En el comunicado, el organismo que preside Enrique Garrigós, señala que "una vez se ha tenido conocimiento de lo sucedido a través de los medios de comunicación, la Cámara se ha puesto a disposición de la Policía Local y los Bomberos para colaborar en los trabajos de comprobación del estado de la zona afectada y reducir el perímetro de vallado al comprobar los Bomberos que no había más riesgos en esa zona de la cornisa, dejando cortado el paso a peatones en la zona de la acera de la calle Cervantes donde se ubica la sede cameral".
Al margen de la orden de reparación municipal que se remitirá a la Cámara en los próximos días, la entidad ya encargó ayer a la empresa constructora y a la rehabilitadora de la cornisa los trabajos para proceder a su protección a través de una red que cubra la zona afectada y que a primera hora de ayer tarde ya estaba instalada, lo que posibilitó la apertura a peatones y tráfico de la calle Cervantes.
La Cámara de Comercio puso igualmente de manifiesto que "tras el primer desprendimiento de la cornisa, sucedido el 1 de abril de 2010, se tomó la decisión de encargar la revisión y reparación de cualquier desperfecto de toda la cornisa que rodea al edificio, así como un estudio técnico de la situación en la que se encuentra". En la inspección que se realizó de toda la cornisa se detectó otro tramo afectado de 30 cm en la calle Cervantes. Se procedió a su reparación así como al repaso general de toda la cornisa a fin de detectar zonas sueltas, fisuradas o disgregadas sin encontrar ningún desperfecto más y se procedió, tal y como dice textualmente el informe, a sellar "para mayor seguridad todas las juntas entre las tejas que la cubren".
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Tras este informe y a tenor del nuevo desprendimiento, la Cámara considera que "las primeras conclusiones técnicas a la espera del estudio definitivo, no dejan otra solución para evitar posibles desgracias personales que la eliminación total de la cornisa, a pesar de la protección legal que tienen todos los elementos arquitectónicos de la fachada".
Cinco años y 22 millones
La rehabilitación del viejo hotel Palas, un inmueble del siglo XIX, como sede de la Cámara de Comercio, concluyó en 2009 tras cinco años de obras y un coste de 22 millones de euros incluida la adquisición del edificio al Ayuntamiento. El dinero salió al 50% de la Cámara y de la Generalitat. La rehabilitación se realizó respetando la fachada que incluye la cornisa, aunque desde la Cámara se considera que se trata de una cornisa de yeso sin gran valor artístico ni arquitectónico, postura con la que coincide el arquitecto que se ocupó de la rehabilitación, Juan Antonio García Solera.
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Diario Información
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