Uno de los monumentos más emblemáticos
de Valencia sigue con su proceso de 'lavado de cara' para garantizar su
conservación, dado que desde 1996 la Lonja está catalogada como Patrimonio de
la Humanidad por la Unesco. Fuentes de la Concejalía de Cultura confirmaron que
las obras de restauración de la carpintería del edificio se iniciarán tras la
Semana Santa y la Pascua, ya que la adjudicación del proyecto se resolverá en
unos días.
Estos trabajos
serán posibles gracias a la subvención de 37.504,56 euros concedida por el
Gobierno central para la restauración e hidratación de toda la madera de las
ventanas y puertas del conjunto de la Lonja y del Consolat del Mar. La
tramitación se realizó a mediados del año pasado y fue el 12 de diciembre
cuando el Ministerio de Cultura aprobó una resolución de la Secretaría de
Estado con la concesión de ayudas para proyectos de conservación, protección y
difusión de bienes declarados Patrimonio Mundial entre los que se incluía la
partida para la Lonja, que el consistorio valenciano recibió a comienzos de
este mes.
En total, el
ministerio concedió dos millones para bienes catalogados como Patrimonio de la
Humanidad, unas ayudas de las que se han beneficiado 47 ayuntamientos. Entre
las ciudades afortunadas se encuentran también Segovia, Sevilla, Atapuerca,
Baeza, San Lorenzo del Escorial y Pollença (Baleares).
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Hace unos días
la concejala de Cultura, Mayrén Beneyto, manifestaba su
"satisfacción" por la concesión de esta subvención del Gobierno y,
especialmente, "por ser una ayuda que se va a destinar al conjunto de la
Lonja, un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad" al que su
departamento «cuida y mina de manera especial». En este sentido, Beneyto recordó
que "prueba de ello" son todas las actuaciones que se han realizado
en los últimos años para conservar y mantener el "esplendor" de este
monumento.
En concreto,
el Ayuntamiento de Valencia ha invertido en los últimos años más de tres
millones de euros en la limpieza y restauración de la Lonja, una joya del
gótico civil donde todavía quedan varias zonas por rehabilitar como, por
ejemplo, el pavimento policromado, y espacios de difícil acceso como el
interior de las bóvedas del Salón Columnario.
La última
etapa se inició en octubre de 2011, cuando arrancaron diversas restauraciones
consistentes en la renovación de cubiertas, consolidaciones de techumbres y
artesonados, reposición de algún forjado y limpieza en general. Se incluyó la
colocación de una plataforma como acceso de minusválidos en una puerta de la
calle de la Lonja. También se vació el sótano del Consolat, que pasó a ser
visitable.
Los trabajos
de mejora no quedaron ahí y a finales de 2011 se adjudicaron las obras de
rehabilitación del pabellón auxiliar (cuyo origen se remonta a principios del
siglo XVIII), que incluían una reforma de los aseos y la creación de un espacio
que se ha convertido, desde el pasado noviembre, en el nuevo acceso al edificio
de la Lonja. La antigua casa del conserje pasaba a ser centro de recepción de
visitantes en la fachada trasera del edificio, cerrándose así la entrada
principal que sólo se abrirá para ocasiones especiales, como los premios Jaime
I. En este nuevo espacio de recepción (en el que se ha respetado la techumbre
original de vigas de madera) también se ha previsto colocar una pequeña tienda
de recuerdos para los turistas.
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