El Gobierno regional pretende reformar
la Ley de Patrimonio Histórico, vigente desde hace 15 años, con el fin de
conjugar la protección cultural de los edificios con la promoción de la
actividad económica en la región.
Desde la
Comunidad de Madrid consideran que la actual ley se ha quedado obsoleta
y necesita ciertas modificaciones. El objetivo es que la protección de
los edificios y los extensos trámites burocráticos que requiere la legislación
no sean un obstáculo que haga que los inversores interesados en proyectos en la
región den marcha atrás.
Son muchas las
empresas interesadas en montar negocios en estos edificios protegidos,
principalmente situados en el centro de la capital. Uno de los últimos casos es
el del Palacio de la Música, en plena Gran Vía, ahora mismo inutilizado y sobre
el que han puesto sus ojos varios grupos textiles. El nuevo anteproyecto de
ley, que el Consejo de Gobierno podría aprobar este jueves, establece
importantes novedades.
Por un lado,
se mantiene la máxima protección en la categoría de Bien de Interés Cultural,
pero la incoación de un expediente para declarar BIC un inmueble se acortará de
15 a nueve meses.
Además, la
modificación de la ley creará una nueva figura, el BIP (Bien de Interés
Patrimonial, para bienes con menor protección que el BICy que hasta ahora se
conocían como Bienes de Inventario, entre ellos varias iglesias y el edificio
de Villanueva, 18, un viejo caserón). Para estos casos BIP también se acortarán
los procedimientos a nueve meses.
La nueva
modificación agilizará también los trámites burocráticos. Uno de los vértices
que planea el Gobierno regional es que no será necesaria la autorización como
hasta ahora para realizar intervenciones dentro de los edificios protegidos, siempre
que se mantengan en perfectas condiciones de habitabilidad o salubridad y no se
alteren las características esenciales del inmueble.
Asimismo, en
los entornos de protección no será necesaria la autorización cuando las
intervenciones afecten al interior de los bloques pero no se toque la fachada.
Un ejemplo serían las manzanas que conforman la Puerta de Alcalá, que entran
dentro del entorno de protección del edificio o monumento BIC de la propia
Puerta de Alcalá, pero que no tienen una protección específica como BIC.
Por otra
parte, en los Bienes de Interés Patrimonial (BIP) se podrá ejecutar la
modificación si no se emite el informe, hasta ahora obligatorio, en el
plazo de dos meses.
Edificios
A efectos
prácticos, hay edificios que se verían afectados por la nueva modificación. Por
ejemplo, los trámites para el Palacio de la Música, que no tiene una protección
específica, pero está incluido en el Conjunto Histórico de la Villa de Madrid,
se agilizarían a un límite de 30 días hábiles.
La Casa de la
Carnicería, catalogada como BIC y que el Ayuntamiento quiere transformarlo en
un hotel, se beneficiaría asimismo de la medida.
En cuanto al
Teatro Albéniz, recientemente Patrimonio se ha visto obligado judicialmente a
reanudar los trámites para declararlo Bien de Interés Cultural. Pero en su
interior se podrían emprender proyectos para nuevos usos con trámites
de apenas nueve meses.
Incluso la
plaza de toros de Las Ventas, con esta reforma, podría aspirar, con cierta
celeridad en la tramitación de permisos, a montar bares o restaurantes en las
terrazas del coso siempre que no afecten a la estética del edificio.
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