Valencia acumula en la actualidad 73
edificios protegidos que debían haber sido rehabilitados para equipamientos
públicos y que o bien están abandonados, la mayoría, o están sin uso alguno.
Esta lista la ha confeccionado el grupo municipal socialista, que hoy presentará
en el pleno un plan para recuperar estas joyas del patrimonio municipal en un
plazo de seis años.
La moción se hizo pública ayer en el
Parque de Marxalenes, al pie de la vieja Aceitera, con presencia del portavoz
socialista, Joan Calabuig, gran parte de sus concejales y también los
dirigentes vecinales de Torrefiel, Benicalap, Ciutat Vella, San Isidro y
Cabanyal-Canyamelar.
Según explicó Calabuig, repartidos por
toda la ciudad hay hasta 73 edificios protegidos, la mayoría de titularidad
privada, que tienen como destino convertirse en equipamientos públicos y que o
no han sido rehabilitados según lo previsto -están abandonados- o han sido
rehabilitados y están en desuso.
Todos ellos están incluidos en el
catálogo de edificios protegidos del futuro Plan General de Ordenación Urbana,
lo que significa, a juicio de Calabuig, que se está perdiendo valor de la ciudad
y calidad de vida para los ciudadanos.
Entre los edificios abandonados hay
joyas del patrimonio de Valencia como la alquería del Moro, San Vicente de la
Roqueta o los torreones árabes, declarados Bien de Interés Cultural. También la
Ceramo, que es Bien de Relevancia Local; varias fábricas de principios del
siglo XIX, edificios señoriales y conjuntos arquitectónicos como el de la calle
Olba de Marxalenes.
Imagen de la noticia |
También figura uno que ha sido
rehabilitado con el Plan E del Gobierno socialista y que está en desuso, las
naves de la Cros. Hasta 23 millones se invirtieron en edificios como éste,
entre ellos las naves de Juan Verdeguer, la alquería Casa Voro o la alquería
Canet, en el parque de Viveros, en este caso ya ocupados.
Para los 73 vacíos el Grupo Socialista
propone un plan que permita su recuperación por fases en un plazo de seis años,
empezando por los que ya son de propiedad pública y siguiendo por los que aún
están en manos privadas, que deberían ser adquiridos por el ayuntamiento por la
vía de la expropiación, convenios, permutas o transferencias de
aprovechamiento.
"Sabemos de las limitaciones
económicas del Ayuntamiento, que tiene una deuda de mil millones de euros, pero
le pedimos que al menos haga un plan y luego lo aplique por fases, ocupando dos
legislaturas", dijo Calabuig.
Su compañero Vicent Sarrià puso como
ejemplo La Ceramo, que podría ser objeto de una permuta trasladando la
edificabilidad a la parcela que los propietarios reciban a cambio. Y así un
caso tras otro según las prioridades y el presupuesto.
Usos públicos
En estos edificios se podrían instalar
bibliotecas, centros de mayores, escuelas infantiles y otros equipamientos
necesarios en los barrios, algunos desde hace muchos años. Ayer precisamente,
el club de jubilados de Marxalenes pidió públicamente la rehabilitación de la
Aceitera para que puedan instalarse allí, como estaba previsto. En la
actualidad están en dos plantas bajas -son 1.265 socios- en las que no pueden
hacer gimnasia y se inundan con las goteras, dijeron.
Hay un factor especialmente señalado
por el Grupo Socialista y es que los mismos propietarios, ante la imposibilidad
económica de recuperar ese patrimonio, están pidiendo al ayuntamiento que
inicie un expediente de expropiación.
Y lo que no puede permitir el
ayuntamiento, según los socialistas, es que muchos de estos edificios, como las
alquerías Falcó y La Torre, la Aceitera del Parque de Marxalenes o La Ceramo
sean víctima de incendios, ocupaciones irregulares, robos etc., pues todo eso
causa "daños irreparables".
No hay comentarios:
Publicar un comentario