Un grupo de investigadores de la
Universitat Politècnica de València (UPV) han ideado un sistema de infrarrojos
y sensores térmicos que permite detectar "patologías" en el
patrimonio. Han desarrollado varias pruebas en la Valencia, ciudad con cientos
de fachadas de inmuebles que fotografiar, "mapear" y estudiar, y los
resultados han sido "satisfactorios", tal como explica José Luis
Lerma, profesor de Fotogrametría de la UPV y uno de los encargados del estudio.
El sistema ha sido probado en la puerta románica de la Catedral, que se
encuentra "en buen estado", según Lerma, debido a que ha sido
restaurada recientemente. "Es un monumento muy relevante y su conservación
requiere el uso apropiado de técnicas vanguardistas", dice Lerma.
El complejo sistema, compuesto por una
cámara y un láser 3D, arroja un resultado similar que se daría en una
resonancia magnética. "Es una cámara infrarroja térmica, combinada con
soluciones fotométricas, para generar modelos 3D de patologías de
monumentos", dice Lerma, que automáticamente aclara que el sistema
"crea modelos virtuales" gracias al uso del láser y la fotogrametría.
Gracias a este proyecto se pueden detectar desde suciedades o desconchados en
paredes que llevan siglos a la intemperie hasta humedades o pátinas de
suciedad, pasando por deterioro de los propios materiales.
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El grupo lleva cinco o seis años, dice
Lerma, con el proyecto, que ahora ha dado un paso adelante al permitir que la
obtención de resultados sea "mucho más rápida, en apenas unas horas".
"Es un método revolucionario, muy rápido y muy exhaustivo, que permite
tomar decisiones con alta fiabilidad", explica Lerma. El proceso consta de
la toma de fotografías en varios momentos del día y comprobar después cómo
responden los distintos materiales a la temperatura. Si la respuesta, indica el
profesor de la UPV, no es homogénea, "quiere decir que hay una
patología".
Estudios en la Basílica
De anteriores estudios desarrollados
durante los años que llevan investigando en este método revolucionario de
"diagnóstico" patrimonial, los expertos de la UPV han podido extraer
conclusiones con respecto a algunos de los monumentos más emblemáticos del
centro histórico de la ciudad. Entre ellos, destaca la Basílica de la Virgen,
recién restaurada. "En la Basílica las catas se podían haber omitido
porque esta tecnología permite ver el ladrillo después del enfoscado",
explica Lerma.
También lo aplicaron en la Iglesia de
los Santos Juanes, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y que ha
sufrido varios pavorosos incendios a lo largo de su historia, el último en la
Guerra Civil. Aunque ahora está restaurada, los resultados que arrojó el
estudio de la fachada cuando se aplicó la tecnología antes de los trabajos de
recuperación fue "terrible". Sin embargo, Lerma hace hincapié en que
no se trata "de restaurar por restaurar sino de intervenir donde sea
necesario"
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