Con la Ordenanza de Inspección Técnica
de Edificios (ITE) ya en vigor, el departamento de Urbanismo, encargado de
desarrollarla durante los últimos meses, realizará una nueva batida en la que
comunicará a los propietarios de los inmuebles con peligro de generar algún
tipo de problema sobre la vía pública en todo el municipio, la necesidad de
actuar sobre ellos. Esas cartas, tal y como explica el concejal Antonio Zapata,
empezarán a salir en breve de las dependencias de la concejalía e irán acompañadas
con el texto de la ordenanza en el que se les obliga a actuar y si no, lo hará
el Ayuntamiento de oficio, con las consecuencias que luego supondrá para la
propiedad, llegando incluso a la expropiación del inmueble a favor del
patrimonio municipal, en función del valor que pueda alcanzar la actuación que
se realice sobre el inmueble afectado.
El responsable de Urbanismo comenta
que hay numerosos dueños de edificios en la ciudad que se pusieron en contacto
con su departamento cuando supieron que se iba a poner en marcha la nueva
normativa, por lo que ahora no se tendrá que notificar a los titulares de los
alrededor de setenta inmuebles que se incluyeron en un primer momento en la
ordenanza para que sobre ellos se actuara de manera inminente -medio centenar
en el casco urbano y una veintena en el resto del término municipal-. De hecho,
aunque la ordenanza establecía la actuación en aquellos inmuebles que superen
los cincuenta años de antigüedad, hay otros de menos tiempo que también se han
remozado al hilo de la norma.
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Por su parte, los que han actuado en
sus inmuebles antiguos han aprovechado en alguna ocasión el verano, para
entorpecer lo menos posible la vida diaria de la ciudad. Así, hace unas semanas
que se demolió un edificio de la Corredera cuyos balcones presentaban peligro
para los viandantes y ayer mismo se empezó el derribo del interior del edificio
de la esquina de la calle Loazes con Alfonso XIII, que en alguna ocasión
también ha supuesto un peligro por la caída de azulejos de su fachada o
cristales de sus ventanas, sobre todo por temporales de viento y lluvia, y
cuyos responsables se pusieron en contacto con Urbanismo también a raíz del
impulso realizado a la mejora de este tipo de construcciones con la nueva
ordenanza.
«Estamos en fase de retomar los
procedimientos administrativos aplicando ya la ITE», comenta Antonio Zapata,
quien apunta que ahora, quienes no han actuado de forma voluntaria tendrán que
hacerlo obligados si no quieren pagar una factura que puede suponer hasta el mismo
valor de sus propiedades. Junto con el censo que se elaboró en Urbanismo sobre
el estado de los edificios del municipio ya se notificó a los dueños de los que
estaban en peor estado que tenían que arreglarlos así como cuáles eran los
elementos que presentaban peor estado o un mayor peligro para los viandantes,
de manera que si no han actuado de motu propio tendrán que hacerlo ahora y si
no, atenerse a las condiciones que marca la normativa municipal.
El socialista Zapata está dispuesto a
mejorar, con este tipo de actuaciones, la imagen del entorno urbano, en
especial en la zona protegida del casco histórico, donde desde su departamento
también preparan una serie de cambios en la ordenanza de limpieza y vallado de
solares para que aquellos que están en la zona más turística de la ciudad
tengan la obligatoriedad de estar en buen estado no solo de limpieza, sino
también en el vuelo y el sobrevuelo, es decir que sus dueños tendrán que
acondicionar también las paredes medianeras con los inmuebles vecinos.
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