La restauración del aljibe morisco de
la calle San Luis va camino de convertirse en un episodio más de la guerra
política que mantienen, desde hace años, la Junta de Andalucía y el
Ayuntamiento de Granada. Según ha podido saber este periódico, el monumento,
que lleva en ruinas desde el 11 de octubre de 2011 como consecuencia de un roce
del camión de la basura, está siendo objeto de encendidos debates entre las
comisiones técnicas de ambas administraciones, que no logran ponerse de acuerdo
en la forma en que debe ser reparado.
El conflicto comenzó hace a seis
meses, cuando la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía emitió un
informe desfavorable en relación a la decisión de reconstruir completamente la
bóveda del aljibe, acordada por la Gerencia de Urbanismo en febrero de 2012 .
El órgano dependiente del Ayuntamiento de Granada, solicitaba desmontar el pozo
morisco y rehacerlo, pieza por pieza, alegando que la parte superficial del
mismo no es original, sino un añadido construido en 1940 carente de valor
histórico.
En su dictamen, la comisión adscrita a
la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía determinó que una obra de
este tipo chocaría frontalmente con el artículo 20 de la Ley de Patrimonio
Histórico de Andalucía (que prohíbe expresamente las reconstrucciones miméticas
no documentadas ), por lo que ordenó al Consistorio a reparar el aljibe de
forma parcial.
La decisión, al parecer, no sentó bien
a Rogelio Martín, el encargado de ejecutar la obra. Según fuentes cercanas a la
Gerencia de Urbanismo, el arquitecto se negó a aplicar en ese momento una
«decisión que va en contra de sus principios profesionales», lo que provocó una
paralización del proceso de reparación hasta este verano. En ese tiempo, el
aljibe volvió a recibir un nuevo golpe que acentuó la fractura inicial de la
bóveda.
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Finalmente, y a petición de la oficina
técnica del Servicio Municipal de Arquitectura, el 2 de julio de este año,
técnicos de la Comisión de Patrimonio de la Junta accedieron a hacer una
inspección del aljibe para comprobar su estado de conservación y constatar, 'in
situ', si procedía la reconstrucción total del monumento , tal y como pedía
Gerencia de Urbanismo.
Según consta en el expediente de
reparación facilitado a este periódico por la Junta de Andalucía, la visita no
cambió la opinión de los técnicos de la Comisión de Patrimonio, quienes
volvieron a insistir en que el depósito debería ser reparado cuanto antes por
medio del «desmonte parcial de su bóveda, sólo en la parte afectada por la
colisión».
Preguntada sobre la polémica, la concejala
de Urbanismo Isabel Nieto aseguró que el Ayuntamiento de Granada acatará la
resolución de la Comisión de Patrimonio, «ya que es la Junta de Andalucía la
que tiene la última palabra en estos asuntos y no queda otro remedio». Sin
embargo, la edil se mostró muy crítica con la Delegación de Cultura de Junta, a
la que acusó de actuar en contra de los intereses de los granadinos «por
obligar al consistorio a hacer una obra que es una chapuza». Nieto además
señaló que el retraso en la reparación del aljibe siniestrado «se debe a que el
expediente de reparación incoado por el Ayuntamiento ha estado dormido en los
cajones de Delegación durante casi un año», una actitud que, en su opinión, se
enmarca dentro de «una política sistemática de acoso y derribo que lleva a cabo
la Junta contra el Ayuntamiento desde hace años».
Por su parte, la delegada de Cultura,
Ana Gámez, rehusó hacer declaraciones políticas al interpretar que la
reparación del aljibe es un asunto técnico que «debe ventilarse por las vías
administrativas correspondientes». No obstante, sí señaló que «el expediente de
reparación demuestra que la Delegación ha actuado diligentemente, emitiendo sus
dictámenes en tiempo y forma».
Ideal
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