El Ayuntamiento de Valencia ha llegado
a un acuerdo con el Colegio de Administradores sobre las inspecciones
periódicas de edificios antiguos. Las dos partes se han comprometido a llevar
adelante una campaña para informar a las comunidades de vecinos a través de
unos folletos de la obligatoriedad de pasar este tipo de controles. Pese a la
obligatoriedad no existe un régimen sancionador para las viviendas que no hayan
pasado este control que a fecha de hoy son la mayoría en la ciudad.
En Valencia hay unas 80.000 viviendas
que tienen más de cincuenta años de antigüedad y todas ellas deberían haber
pasado ya una inspección realizada desde el Colegio de Arquitectos. El concejal
del PSPV Vicente Sarrià informaba ayer que sólo «un 5% de las casas de más de
cincuenta años han pasado este tipo de vigilancia», afirmaba sobre el peligro
que pueden entrañar estas edificaciones antiguas si no se tiene control técnico
sobre las mismas. Por eso ahora se ha decidido trabajar con los administradores
que deben convencer a los vecinos de la conveniencia de la revisión.
«No es lo que pedíamos, pero supone un
avance», informó Sarrià, quien ha aceptado la propuesta del Ayuntamiento «con
el matiz de que dentro de un año podamos evaluar el impacto de esta campaña»,
concluyó.
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