Los trabajos, acometidos por el equipo
de arqueólogos del Área de Cultura de la Diputación de Valencia en el poblado
ibero "La Bastida de les Alcusses", en Moixent, han finalizado con el
hallazgo de un gran horno culinario, de dos metros de diámetro. "Sus
grandes dimensiones nos hacen pensar que daba servicio a una estructura social
mayor a la familia, quizás a un barrio del poblado", ha destacado Jaime
Vives Ferrándiz, arqueólogo del Servicio de Investigaciones Prehistóricas (SIP)
y codirector la excavación junto con Helena Bonet, responsable del Museo de
Prehistoria de Valencia y del SIP.
Según Vives, "esta consideración es muy relevante puesto que estamos hablando de la existencia de estructuras sociales complejas, que superan el ámbito familiar o del parentesco, que pueden aludir a relaciones de clientelas o servidumbres en las que unas elites controlaban otros grupos del oppidum -poblado fortificado-". La diputada provincial de Cultura, María Jesús Puchalt, ha destacado la excelente labor de los arqueólogos del SIP. "Disponemos de un prestigioso equipo de profesionales y de unos magníficos proyectos de excavaciones que junto a la tradición de estudio e investigación prehistórica de la Diputación, que se remonta a 1927", ha manifestado Puchalt.
Precisamente La Bastida, Monumento Histórico-Artístico desde 1931, centra una de las investigaciones pioneras desarrolladas por la Diputación de Valencia e iniciadas en 1928 de la mano de Isidro Ballester, entonces director del SIP.
Desde 1990, el SIP está llevando a
cabo un proyecto de puesta en valor de la Bastida en colaboración con la
Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Moixent.
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Artesanos y guerreros
El poblado ibero de Les Alcusses,
fundado en el siglo IV a.C. en la cima de la montaña, tiene una extensión de
cuatro hectáreas, de las que ya han sido excavadas aproximadamente un tercio, y
fue protegido por sus moradores por una muralla con cuatro puertas y tres
torres. Actualmente los trabajos de excavación se centran en las inmediaciones
del Puerta Oeste, donde, además de detectar el gran horno culinario,
"también hemos hallado muchos objetos como sierras, taladros y cinceles,
que indican que fue una zona de trabajo artesanal, y bastantes armas, lanzas y
escudos, situados de manera dispersa en los suelos constatando, una vez más, el
abandono violento del poblado".
Salvaguardar las estructuras
Después de tres semanas de intenso
trabajo, el equipo de arqueólogos de La Bastida, integrado por 13
universitarios de Valencia, Alicante y Madrid, ultiman el acondicionamiento de
la excavación "para salvaguardar los recintos excavados y las estructuras
halladas" explica Vives Ferrándiz.
Para ello, se cubren con tela geotextil las zonas que se han de preservar del crecimiento de vegetación y de los agentes ambientales "que echarían a perder el trabajo desarrollado durante estas semanas", explica el director de la excavación.
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