Un equipo formado por miembros del
departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Benidorm y
de la Universidad de Alicante (UA) ha descubierto una muralla
romana en el Tossal de La Cala de más de 2.000 años de antigüedad, la cual
actuaba de protección de la zona, según ha informado en un comunicado el
Ayuntamiento de la localidad.
El hallazgo, que será presentado este
martes, se enmarca en la I Campaña de Excavaciones en la que trabajan el
consistorio y la UA desde el pasado lunes, y hasta el próximo 12 de julio, con
el objetivo de documentar las nuevas interpretaciones que han significado un
giro en la concepción e interpretación del yacimiento arqueológico, en base a
estudios realizados por el área de Arqueología de la institución académica.
Así, tras analizar la documentación de
las excavaciones elaboradas por elpadre Belda en 1943, Tarradell en
1956 y Francisco García Hernández en 1984, la citada campaña ha
tenido como finalidad aclarar, por un lado, el urbanismo del asentamiento del
Tossal y, por otro, identificar sus límites con la localización de la muralla.
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De este modo, el Ayuntamiento ha
resaltado que el descubrimiento"confirma lo dicho en su día por el padre
Belda", y ha apuntado que con un metro de grosor, cerraba "muy
eficazmente" el recinto. Se trata deun enclave de media hectárea en la
cima del Tossal, fortificado y con un número indeterminado de
estancias dotadas de escaleras para comunicar las partes más bajas con las
superiores.
La muralla, el urbanismo y los
indicios materiales de la presencia de soldados romanos confirman que el
Tossal de La Cala fue un fortín o 'castellum' mandado construir por el
general Sertorio dentro de un plan de fortificación de la costa norte
alicantina, probablemente en torno al año 77 antes de Cristo, si bien no
se descarta que los íberos de la comarca vivieran en el enclave integrados en
el ejército romano como tropas auxiliares.
Este plan de fortificación de la costa
del general Sertorio intentaba controlar la navegación de las naves del
Senado Romano que rebasaban el cabo de la Nao y tenían como destino el
puerto de Cartagena, ha expuesto el consistorio.
Las
excavaciones del Tossal de La Cala se convierten en el modelo del resto de
fortificaciones romanas de la costa alicantina.
Hace más de 2.000 años se erigía en la
cima del Tossal de La Cala una muralla romana que protegía una fortificación
militar que controlaba la navegación del Senado Romano en nuestro litoral. Así
lo demuestra el descubrimiento que miembros de la Universidad de Alicante y del
departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Benidorm han
protagonizado, tras encontrar indicios en las investigaciones realizadas en 1943
por el padre Belda.
El nuevo hallazgo desmonta la creencia
que se tenía hasta ahora y que apuntaba que los restos arqueológicos del Tossal
respondían a un poblado íbero. Los nuevos datos nos trasladan a hace unos 2.000
años y nos sumergen en tiempos convulsos plagados de guerras civiles romanas y
la fortificación o castellum de Benidorm, junto a las del Cap Negret de Altea,
Ifach de Calpe, Portet de Moraira y el del Montgó, forman parte de un plan de
fortificación mandado construir por el general Sartorio para controlar la
navegación de las naves del Senado Romano que rebasaban el cabo de la Nao y
tenían como destino el puerto de Cartagena.
Según ha indicado la profesora de
arqueología de la UA Feliciana Sala “este yacimiento nos ha dado mucha
información y se ha convertido en el modelo del resto de fortines costeros”.
Asimismo, Sala ha señalado que se trata de “la muralla más antigua del Sureste
peninsular”.
El descubrimiento, que se enmarca
dentro de la I Campaña de Excavaciones en la que se encuentra inmerso el
Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante desde el pasado 1 de
julio y hasta el próximo día 12, tuvo lugar en el segundo día de trabajo,
confirmando las hipótesis del padre Belda, completadas con los estudios de
Tarradell en 1956 y de Francisco García Hernández en 1984. Con un metro de
grosor, la muralla cerraba muy eficazmente el recinto siguiendo el trazado de
la cota 85. Así pues, se trata de un enclave de media hectárea en la cima del
Tossal, fortificado y con unas 26 estancias dotadas de escaleras para comunicar
las partes más bajas con las superiores. Se cree además que la fortificación
podría albergar a unos 260 soldados que luchaban contra el bando del general
Pompeyo.
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Aunque el yacimiento no corresponde
con un poblado íbero, no obstante, no se descarta que los íberos de la comarca
vivieran en el enclave integrados en el ejército romano como tropas auxiliares.
De hecho, los íberos se situaban en el Racó de les Bastides y proveían de
avituallamiento a las tropas romanas del castellum. En este sentido, la edil de
Patrimonio Histórico, Eva Mayor, ha afirmado que “para la Concejalía hoy es el
día más importante porque hemos cambiado el curso de la Historia de Benidorm”.
El alcalde de Benidorm, Agustín
Navarro, la primer teniente de alcalde, Gema Amor, y la edil de Patrimonio
Histórico, Eva Mayor, han visitado esta mañana el enclave para supervisar los
trabajos de lo que todos han coincidido en calificar de “descubrimiento
histórico” para Benidorm.
Gema Amor, por su parte, ha destacado
y agradecido la implicación de la iniciativa privada en este proyecto como es
el Hotel Poseidón y el Grupo Bali, que ha permitido que los trabajos
arqueológicos “tengan un coste cero para el Ayuntamiento”.
Por último, el primer edil de la ciudad,
Agustín Navarro, ha subrayado que el trabajo llevado a cabo en este yacimiento
ha sido posible desde que el actual Equipo de Gobierno decidiera dividir la
Concejalía de Patrimonio y crear una concejalía propia para Patrimonio
Histórico. “Esa idea se ve hoy recompensada con este descubrimiento tan
importante que pone de relieve que Benidorm tiene antepasados romanos”.
El
Tossal de la Cala de Benidorm era un fortín romano y no un poblado íbero.
El yacimiento benidormí del Tossal de
la Cala fue un castellum, fortín de la época romana, según los trabajos de
excavación realizados por la Universidad de Alicante (UA). El hallazgo será
presentado oficialmente hoy por responsables del departamento de Patrimonio Histórico
del Ayuntamiento de Benidorm y de la UA.
El objetivo de la campaña era documentar "las nuevas interpretaciones" de estudios, que "han significado un giro en la concepción e interpretación del yacimiento arqueológico", que durante décadas se ha pensado que correspondía a un poblado íbero.
En la presentación de la campaña, la arqueóloga Feliciana Salas indicó que se iba a centrar en localizar la muralla, descrita en los años 40 por el padre Belda. Según relató el párroco en su día, la muralla tenía un metro de grosor y era de mampostería. El hallazgo de este año confirma estos datos y revela que el recinto estaba cerrado "muy eficazmente" por esta muralla.
El Ayuntamiento explicó ayer que el fortín, de media hectárea, se levantaba en la cima del Tossal, estaba fortificado y contaba con un número indeterminado de estancias -algunas de ellas visibles-conectadas con la parte alta del recinto a través de unas escaleras que también han sido descubiertas en esta campaña.
Plan de protección de la costa
"La muralla, el urbanismo y los
indicios de la presencia de soldados" confirman que era un castellum
mandado construir por el general Sertorio dentro de un plan de fortificación de
la costa de Alicante con motivo de las guerras civiles romanas, en torno al año
77 antes de Cristo, según el ayuntamiento.
Los investigadores no descartan que los íberos de la zona vivieran integrados en el ejército romano como "tropas auxiliares".
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