El Proyecto de Excavación Arqueológica
de la trasera de la Ermita de San Miguel, en pleno corazón de La Laguna,
permitirá conocer mejor el nacimiento de la ciudad y su desarrollo urbano. La
concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento lagunero, Julia Dorta, y el
director insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa, han
estado visitando la zona para comprobar in situ la marcha de los trabajos. Así,
está previsto que en el mes de julio estén finalizados los trabajos de
excavación para luego continuar con la adecuación de la zona excavada y su
puesta en valor mediante la consolidación de las fosas, la pavimentación del
entorno y la instalación de paneles informativos.
El proyecto, dirigido por el
arqueólogo Francisco Javier de la Rosa Arrocha bajo la autorización del Cabildo
de Tenerife y el Gobierno de Canarias, tiene como objetivo finalizar la campaña
de excavaciones arqueológicas iniciada con la primera fase que se llevó a cabo
en 1995, cuyo objeto fue el de conocer la evolución arquitectónica del
edificio, a la vez que obtener información de las fosas de enterramiento
localizadas durante la intervención. Con el nuevo proyecto se está actuando
sobre el espacio libre situado junto a la cabecera de la ermita, donde fueron
halladas las fosas, así como los restos de la cimentación de la construcción
primitiva. Se prevé, por tanto, el hallazgo de nuevos enterramientos y, sobre
todo, determinar el proceso de ocupación histórica del citado espacio.
Julia Dorta ha querido "agradecer
al Área de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife así como al
Gobierno de Canarias la buena predisposición mostrada para que los trabajos
estén avanzando a buen ritmo".
La concejala explica que "el
nuevo proyecto de excavación de la trasera de la Ermita conlleva la
conservación del yacimiento, pero a su vez, la puesta en uso y el disfrute por
parte de los ciudadanos de este espacio arquitectónico único en nuestra ciudad,
así como de los restos arqueológicos que se encuentren. En este sentido, añade
Dorta, el Patrimonio de una ciudad ha de ser visible, accesible y comprensible
para todos de forma que, lejos de ser un concepto elitista, se convierta en un
ámbito de interés general que nos ayude a comprender mejor nuestra historia y,
por tanto, planificar adecuadamente nuestro presente y futuro".
Cabe destacar que en los trabajos que
se realizaron en 1995 el objetivo era conocer la evolución arquitectónica del
edificio, de tal forma que se pudiera identificar sus diversos momentos
constructivos y ponerlos en relación con los hallazgos de este tipo que
surgieran en la excavación. Además, y como segundo objetivo, se encontraba el
estudio de la historia religiosa de la ermita y de los aspectos rituales de su
trayectoria como templo cristiano.
Imagen de la noticia |
La excavación arqueológica de la
trasera de la ermita de San Miguel ha permitido conocer la evolución
estructural de parte del edificio. Los trabajos de investigación arqueológica
han permitido documentar la existencia de al menos dos momentos distintos de
ocupación de la trasera de la ermita de los cuales, uno de ellos podría
corresponder con el momento inicial de su construcción. Por otra parte, la
aparición de fosas de enterramiento genera nuevas perspectivas en el estudio e
interpretación del recinto.
Momentos
históricos de ocupación
Precisamente, los trabajos que se
están realizando en esta segunda fase de excavaciones permitirán determinar con
exactitud en qué momentos históricos se ocupa dicha zona.
La existencia de restos
arquitectónicos adosados al edificio en su parte trasera, fruto de las diversas
remodelaciones que experimentó el edificio, supone la posibilidad, mediante un
estudio arqueo-histórico adecuado, de acercarnos a uno de los escasos ejemplos
de arquitectura de principios de silgo XVI existentes en La Laguna, conservada
relativamente intacta. Los especialistas ven posible que podamos encontrarnos
ante los restos de fábrica original, cuyo estudio nos permitirá conocer algo
más del nacimiento de la ciudad y su desarrollo urbano.
Excavaciones
y hallazgos
En las excavaciones se está aplicando
un sistema de trabajo con cierta flexibilidad, de manera que dadas las
condiciones particulares del mismo, como por ejemplo su delimitación y
ubicación, garantice la correcta recuperación de los materiales y la
interpretación de los fenómenos temporales que se han producido en dicho
espacio.
Para ello, una vez retirados los
componentes que se dispusieron al terminar la primera fase como dispositivos de
protección del yacimiento y sus estructuras, el yacimiento se ha articulado en
torno a un sistema de coordenadas cartesianas de manera que el eje de la X
tiene una orientación Sur-Norte, mientras que el de las Y tiene orientación
Este-Oeste. A partir de este sistema, se definen los cortes arqueológicos.
Así, en el nivel III de la excavación
realizada en 1995 de definen claramente las fosas y enterramiento y, por tanto,
el suelo del siglo XVIII. El yacimiento arqueológico está perfectamente
delimitado por los muros de la ermita, distinguiéndose tres zonas: las fosas
funerarias, los pavimentos antiguos y los muros. De cada una de ellas, la
información obtenida permite plantear un escenario de aproximación a esta parte
de la ermita de San Miguel que complementa la estructura original del dicho
edificio y su posible origen y desarrollo arquitectónico.
Además, la toma de muestras de las
distintas zonas del yacimiento posibilita la analítica y los estudios de
sedimentología, materia orgánica e inorgánica, estudios óseos, etcétera, que se
enmarcan en las distintas líneas de investigación que puede generar un
yacimiento arqueológico de estas características.
No hay comentarios:
Publicar un comentario