El Patronato del Real Alcázar y de la
Casa Consistorial de Sevilla ha contratado a la sociedad cooperativa 'Trifora',
para la organización y el estudio de materiales relativo a la instalación de la
cripta arqueológica proyectada en el Patio de Banderas, donde descansan unas
ruinas romanas, paleocristianas e islámicas y donde fue descubierto el más
antiguo vestigio de la ocupación humana de lo que actualmente es la ciudad
hispalense.
Cabe recordar que meses atrás, el
Ayuntamiento de Sevilla había anunciado que su Gerencia de Urbanismo estaba ya
redactando un proyecto para esta actuación con un presupuesto estimado de 3,5
millones de euros y un plazo aproximado de 20 meses para su ejecución. El
proyecto, en su conjunto, contemplaría la instalación de esta cripta
arqueológica en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares,
así como la transformación de la casa número 15 de esta plaza pública en un
centro de interpretación con la excavación de un túnel que conecte esta antigua
vivienda con la propia cripta arqueológica.
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Contrato
para centros de interpretación y la cripta.
Ahora, y según la información recabada
por Europa Press, el patronato gestor del Real Alcázar ha encargado a la
sociedad cooperativa 'Trifora' un contrato valorado en 6.7340 euros y
denominado "Organización y estudio de materiales para la constitución de
almacén, sala arqueológica, centros de interpretación y cripta arqueológica del
Patio de Banderas".
Continuando con las catas
arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y la investigación
impulsada en 1999, las excavaciones arqueológicas promovidas en los últimos
tiempos en el Patio de Banderas propiciaron la identificación del más antiguo
vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense. Se trataba de fosas y un
fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada
allá por el siglo IX antes de Cristo.
De
de la Hispalis Romana a la antigua Medina Musulmana
Los arqueólogos descubrieron también
restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana.
Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo
republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según Miguel
Ángel Tabales, arqueólogo director del Real Alcázar, estos vestigios
arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con
el puerto de la antigua ciudad romana.
Siguiendo la secuencia cronológica,
los investigadores descubrieron además restos arquitectónicos datados en el
siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a
la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en
torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano. Las
ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponderían
al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica,
restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.
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