La Junta de Gobierno del Ayuntamiento
de Madrid ha aprobado hoy la ordenanza que unificará la gestión de ayudas para
la conservación y rehabilitación de edificios, que hasta hoy estaban regidas
por diferentes normativas municipales y convenios.
La alcaldesa de la ciudad, Ana
Botella, ha explicado en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno que los
distintos equipos municipales que tramitaban las ayudas se integrarán para
mejorar la calidad del servicio, unificando la normativa "hasta ahora
dispersa".
La Ordenanza de las Bases Reguladoras
de la Concesión de Subvenciones para la Conservación y Rehabilitación de
Viviendas y Edificios Residenciales elimina la anterior necesidad de adaptar la
tramitación de los diferentes programas municipales, ya que suprime la
diferenciación entre rehabilitación y conservación establecida en la Ordenanza
de Conservación, Rehabilitación y Estado Ruinoso de las Edificaciones (Ocrere)
que entró en vigor en diciembre de 2011.
Esta ordenanza, según ha explicado
Botella, establece dos tipos de ayuda: a la conservación y a la rehabilitación.
Una de las novedades radica en que
dentro de las actuaciones de conservación -las que derivan de un resultado
desfavorable tras una Inspección Técnica de Edificios (ITE)- se podrán incluir
ahora también actuaciones de mejora de la eficiencia energética (como el
aislamiento térmico de fachadas y cubiertas o la sustitución de carpinterías)
sin que exista dicho informe desfavorable tras la ITE.
Se trata, según la alcaldesa, de una
medida importante porque el ahorro energético es "fundamental",
especialmente tras el aumento de tarifas de la energía, y ha subrayado que es
el camino por el que hay que seguir en el futuro.
Botella ha especificado que las
ayudas, en función de las características de la intervención que se pretenda,
oscilarán entre el 50% y el 60%, con una cuantía máxima por vivienda o por local
de 9.000 ó 10.000 euros, según los casos.
La ordenanza no modifica las
actuaciones resultantes de la declaración de situación de ruina urbanística en
un edificio por siniestros, patologías de la construcción o imprevistos, y
mantiene lo establecido en la Ocrere.
En cuanto a las intervenciones de
rehabilitación, las subvenciones por este concepto cubrirán mejoras en la
seguridad, la gestión de residuos y la mejora de la calidad del aire interior,
del aislamiento acústico, del rendimiento de las instalaciones térmicas, de la
eficiencia energética de la iluminación, en el uso de agua y en el
aprovechamiento solar.
Botella ha señalado que las ayudas
para las actuaciones de rehabilitación oscilan entre un 40% y un 75%, con unas
cuantías máximas de entre 6.000 y 10.000 euros por vivienda o local, en función
de los casos.
Como novedad, las actuaciones para la
mejora de la sostenibilidad y la eficiencia energética incluidas en la
ordenanza aprobada hoy tendrán aplicación en los edificios de todo el término
municipal, según ha explicado.
Igualmente, podrán acogerse a la misma
los edificios catalogados con los niveles de protección 1 ó 2 de acuerdo al
Plan General de Ordenación Urbana de Madrid que se encuentren en situación de
ruina y sobre los que penda una orden de ejecución de obras de rehabilitación.
Se trata de actuaciones, según la
alcaldesa, que no sólo contribuyen a mejorar la calidad de vida de los vecinos,
sino que ayudarán a dinamizar la inversión privada y la creación de empleo en
el sector de la construcción.
Desde el año 2003, según la alcaldesa,
la administración local ha llevado a cabo 97.760 actuaciones de conservación,
que han recibido ayudas por un importe global de 83,1 millones de euros.
De estos, 49,3 millones de euros se
concedieron para 13.271 actuaciones en las Áreas de Rehabilitación Integrales;
32,1 millones, para obras tras 83.659 inspecciones técnicas de edificios con
resultado negativo; y 1,7 millones, para 830 iniciativas de rehabilitación
sostenible.
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