Comenzaron las obras de urbanización de la ermita de San Antonio. La empresa Construcciones Lasuen comenzará las obras de esta segunda fase, en la que se consolidará la urbanización del entorno de la restaurada ermita y el espacio posterior entre la edificación y las vías de ferrocarril. De este modo se ganará en esta zona un nuevo espacio público ajardinado en Ermua.
El plazo de ejecución de las obras está fijado en dos meses y medio. Las áreas de Urbanismo y Seguridad Ciudadana han coordinado esfuerzos para que esos trabajos tengan la mínima incidencia posible sobre las personas residentes en la zona. La empresa que va a ejecutar la obra está subcontratada por la firma Larcovi.
Anteriormente ambas firmas (Lasuen y Larcovi), el Ayuntamiento y Eusko Trenbide Sarea se reunieron para formalizar el acta de inicio de la obra y su coordinación. De momento la empresa ya ha instalado la caseta de obra necesaria para llevar a cabo las tareas.
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La urbanización comprende la pavimentación del espacio, la realización de un muro de contención que sujete la pendiente, con relleno y una capa vegetal. Esta ermita, que se encontraba abandonada en el casco urbano de Ermua fue rehabilitada en 2010 con la inversión económica del Fondo Estatal de Inversión Local. Como de momento no se ha definido su uso futuro, en la actualidad se utiliza como sede de la oficina del Plan General de Ordenación Urbana.
Las obras de rehabilitación del interior y fachada de la ermita se comenzaron en julio de 2009. Por tratarse de un edifiico antiguo se sustituyeron las cerchas del techo y se aceptaron las propuestas de la arqueóloga que supervisaba la obra, para mantener algunos antiguos relieves en el lugar.
La fachada se raseó con mortero de cal para que la piedra no se deteriorara. Además se halló una bóveda, bajo la escayola existente, que alcanzaba a las dos plantas del edificio. Por ello, se recuperó esta cubierta original y además se instaló, como en su origen, una pequeña terraza con barandillado.
La única existente
Se trata de un edificio de apenas 110 metros cuadrados que fue derribado, en parte, antes de la guerra civil. Posteriormente fue transformado en un taller mecánico y almacén, y en los últimos años no se le daba uso. En un comienzo esta ermita dedicada a San Sebastian y San Antonio, conocida sólo por su segunda acepción, era la más próxima al casco urbano. Quizá esta haya sido la razón de que sea el único edificio de estas características en Ermua que haya sobrevivido.
El edificio restaurado forma parte del acervo histórico de la villa y se trata de un elemento representativo de formas de construcción, distribución y decoración históricos en Ermua.
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